lunes, 20 de diciembre de 2010

GESTOS


Si hay una cosa importante en la bici, son los gestos.Los gestos durante la carrera te pueden hacer ganar muchas carreras pero no quiero hablar de estos gestos y si de los de, justo acabar la carrera.

Me resulta IRRITANTE ver cuando acaba una carrera a todos los chavales jóvenes,o no tan jóvenes,con las mismas caras que empezaron la carrera.Esas caras y gestos de que todo les da igual,de que cuando lleguen a casa van a seguir teniendo la play para jugar o que sus padres les vayan a dar dinero para salir de fiesta con los amigos.No me gusta nada ver a estos chicos,jóvenes y mayores, las caras cuando les estas metiendo una charla por las cosas que hayan hecho mal.

En todos los casos son caras y gestos de que con ellos no va la cosa, que les da igual todo.NI SIENTEN NI PADECEN!!!

A mi me encantan los que se enfadan,los que sufren,los que lloran o se alegran con cualquier cosa.Estos suelen tener en su interior un espíritu de lucha,de progresar,de querer llegar a ser alguien o al menos intentarlo.Son los mismos que se pelean y que viven intensamente una victoria que no haya sido suya.

Son luchadores,con éxito o sin éxito,pero luchadores.Para ver caras largas de tristeza por no saber porque no se anda en bici,de esos hay muchos.Por eso prefiero ver el que se cabrea y se enfrenta a las adversidades luchando y dando la cara y no escondiéndose en padres,directores y demás....

La pena es que por desgracia, lo que viene suelen ser de estos que describo.

FALTA CARÁCTER Y AMBICIÓN EN LAS NUEVAS GENERACIONES DE CICLISTAS.

lunes, 13 de diciembre de 2010

DOPAJE Y SOCIEDAD


El deporte es la forma en que la modernidad manifiesta su nostalgia del héroe. De un modo metafórico y virtual, el deporte revive aquel mundo épico donde estaban claros los límites del territorio y los miembros de la tribu, de cuyos valores comunitarios el héroe era el representante más íntegro y armonioso.
Por su parte, el deportista no es sólo una masa de músculos en lucha contra otros atletas o contra la gravedad de la tierra. También, como todos los hombres, es un concentrado de angustias y pasiones que, al mismo tiempo que necesita la adoración ajena, cada día es más consciente de la responsabilidad que la sociedad carga sobre sus hombros. Al competir sabe que de él depende algo más que un simple resultado deportivo: según su actuación, entrarán en juego la alegría o la tristeza, la decepción o el orgullo, el entusiasmo o la frustración de la comunidad a la que representa.
Gabriel García Márquez escribió 14 episodios sobre el gran ciclista colombiano Ramón Hoyos a partir de una larga entrevista continuada durante cinco días y durante cinco horas cada día. Cada entrega está dividida en dos partes. En la primera se transcriben, en primera persona, los recuerdos y las declaraciones de Ramón Hoyos bajo el título El triple campeón revela su secreto. En la segunda, bajo el epígrafe Nota del redactor, el periodista García Márquez desarrolla sus observaciones en tercera persona.
Las últimas frases de Hoyos, y del libro, son las siguientes: "Sólo que cuando pienso que tendré que participar en otra Vuelta a Colombia me da una pereza terrible. Me alarma mi compromiso con el público. Con este público colombiano que cada día exige más y más, cuando ya uno sólo vive para darle a ese público todo lo que puede".
Hace 55 años aún no habían estallado los escándalos de dopaje que tanto han ensuciado el deporte -sobre todo el ciclismo- en la última década, pero al leer estas frases se diría que García Márquez diagnostica una de las causas: la corresponsabilidad de la sociedad en esta plaga al exigir cada día más y más de los deportistas, al reclamarles que batan récords, que en cada salto vuelen más, que cada vez corran más deprisa. En alguna transmisión de ciclismo se ha oído a un comentarista reprochar a los corredores que no aceleraran, aunque soplara en contra un viento capaz de arrancar secuoyas o el sol en lo alto los acribillara con lanzazos a 40 grados.
Si a esa presión social se le añade un obsesivo afán de triunfo, ¡qué fácil resulta dejarse seducir por la tentación!, ¡qué fácil dejarse arrastrar por los cantos de sirena cuando se cree tener asegurada la impunidad y expedito el camino de regreso! Sobre todo cuando aparece cerca alguien con un maletín lleno de pociones mágicas.
Franz Kafka, quien, como García Márquez, no cayó en la tentación intelectual de desdeñar el deporte, escribió en 1924, muy poco antes de morir: "(...) allí donde la grandeza humana puede mostrarse sin empacho, es decir, sobre todo en el deporte, también entra gentuza que, sin escrúpulos, sin ni siquiera levantar la vista seriamente hacia el héroe, busca únicamente su propio beneficio, inclinada sobre sus propios intereses, y en el mejor de los casos justifica su actitud alegando que lo hace por el bien general". Con su visionaria lucidez, Kafka acierta plenamente: estas palabras podrían haber sido escritas ahora mismo.
Estos argumentos no pretenden justificar ni a Marta Domínguez ni a nadie. El dopaje es fruto de una decisión personal y, por tanto, concierne sobre todo al individuo que se deja arrastrar por la ambición, la avaricia, la vanidad o la egolatría. Pero al juzgarlos no puede obviarse que también influye en su decisión la presión colectiva que destila la melodía de la tentación en los oídos del deportista predispuesto. También influyen las exigencias de una sociedad que, acostumbrada a consumir espectáculo deportivo, exige del atleta siempre un poco más, como el adicto que necesita incrementar la dosis para alcanzar el mismo grado de placer. Mientras él agoniza sobre el tartán, el césped o la carretera, no puede dejar de escuchar los gritos retumbantes de la multitud: ¡Corre más rápido! ¡Golpea más fuerte! ¡Salta más alto!
En el deporte, la limpieza y la belleza surgen cuando cada uno respeta sus límites y acepta el lugar en que sus condiciones innatas, su capacidad de esfuerzo y sacrificio y el azar lo han colocado. Por eso sólo hay una cosa más ejemplarizante y admirable que un estadio puesto en pie aclamando al deportista o al equipo vencedor: un estadio puesto en pie aclamando al deportista derrotado. Esos gritos de reconocimiento hacia el esfuerzo y el juego limpio, al margen del resultado, serían una formidable agencia antidopaje.

viernes, 3 de diciembre de 2010

EL ENTRENAMIENTO INVISIBLE


Los que convertimos el ciclismo en una filosofía de vida y, en ese marco, adaptamos nuestro día a día a esa afición que nos motiva para todo. La bicicleta nos enseña a disfrutar, a sufrir, a compartir el esfuerzo… a vivir y, sin darnos cuenta, adaptamos todos los gestos cotidianos a los de una persona que pretende mantenerse siempre en forma. Subir la escalera corriendo en lugar de caminando, acelerar el paso por la calle, evitar el uso de transportes motorizados para las labores más cotidianas, cambiar los hábitos de comida para disponer de la mejor energía de reserva, organizarse las actividades y las horas de descanso, darle prioridad a la práctica del deporte por encima de otras actividades de ocio… el mejor entrenamiento es el que dura 24 horas cada día, es el entrenamiento invisible: si lo llevas a cabo nunca batirás récords, pero tu cuerpo y tu mente (motivación y proyectos) siempre estarán entrenados para que disfrutes al máximo de la bicicleta

martes, 9 de noviembre de 2010

EN LAS CARRERAS


Mucha gente se piensa que tenemos mucho tiempo en carrera para hablar,comentar y discutir cosas nuestras o del ciclismo.Esto suele pasar muy a menudo en las vueltas por etapas a partir del segundo día.El primer día suele ser de infarto y aunque conozcas a los corredores con los que vas a luchar,no te sueles dirigir ni una palabra en la primera etapa.Tensión y muchas veces no sabes si se acuerdan de ti,de la ultima charradeta de la grupeta en otra vuelta no hace mucho tiempo.
El segundo día suele ser ya compañerismo con casi todo el pelotón.Te sueltas mas a hablar con chavales que ni conoces pero que compartes aventuras del día anterior.El resto de días de una vuelta son los mejores.Cachondeo antes de la salida,hablas como si los conocieses de toda la vida y hasta quedas para mas adelante,para formar una grupeta el día mas duro.Normalmente en estos días y en estas grupetas es donde mas buena gente encuentras.Hay solidaridad en la grupeta.Si uno va jodido,se afloja.Que se tiene que parar para mear,pues se para.En fin que creo que el que viaja en una grupeta nos une la misma pena y eso hace muchos amigos y de los buenos.Estos mismos compañeros son los que mas se alegran si alguno de la grupeta consigue una victoria,es especial y se celebra como si una victoria nuestra.
Yo he sido un asiduo de las grupetas y hasta los mismos corredores confiaban en mi buena vista sobre el tiempo de fuera de control.Rara vez,creo que una, nos echaron de fuera de control.
La verdad es que disputar carreras es muy bonito,mucho,pero el compañerismo,la alegría,la buena gente que se respiraba en las grupetas,era inigualable a estar con los cracks por delante.
Y desde luego que también hay aprovechaos,los que no han dado un palo en toda la etapa y quieren llegar fresquitos a meta.Pero de estos yo ya ni me acuerdo,ni me interesan.

En las carreras y sobre todo las vueltas,se pasa muy mal.Días que ni siquiera puedes luchar por coger la grupeta buena,días que te tienen que empujar para llegar,días perros con lluvia y frio que en la grupeta se pasa peor ya que ni disputas ni nada y lo único que intenta es sobrevivir.

Pero para mi llegar en la grupeta era un orgullo y la ilusión de que al día siguiente me podía ir mejor.Aquí también había los que se les venia el mundo encima,lloraban y de desquiciaban con sus tonterías,pero estos eran pocos.
Son las carreras,el interior de las carreras,lo que muchos nunca han vivido y se piensan que por eso,son mejores.
Quien no ha estado en una grupeta,nunca se podrá considerar un buen ciclista.

jueves, 4 de noviembre de 2010

EL TRABAJO OSCURO DE LA PRETEMPORADA


En estos días empieza ya el año ciclista con la pretemporada.Es la hora de entrenar otros músculos que durante el año ciclista no se trabajan.Hay para todos los tipos,para todos los gustos,para todas las edades,los entrenos y diferentes deportes.Lo mejor para cualquier ciclistas asesorarse por alguien que entienda y sepa de preparación ya que sino se pagara mas adelante con una mala temporada ciclista.Cada ciclista cree tener su modalidad de entreno perfecta y por eso no debe ser aplicable a todo el mundo.Lo que es bueno puede ser malo para otra persona,por eso es mejor asesorarse.
Por ejemplo,a mi me encanta correr y hacerlo por la montaña.Se de gente que para los músculos de las piernas es lo peor,por lo contrario,a mi, me va genial,eso si con mi dolor de piernas del principio.
En cuanto a coger la bici o no,es mas de lo mismo,cada cual que se aplique su formula.Yo la cojo cada día para ir al trabajo y eso es suficiente,para mi.Otros ya están haciendo km o simplemente no la han dejado.
Cada uno tiene su librillo y por eso ha de ser particular.
Todo lo que no se trabaje ahora o se haga mal,sera un reflejo luego cuando empiece la temporada ciclista.

Si hay algo importante en el mundo de la competición es hacer una buena base de pretemporada.Son los momentos mas ciegos del deporte ya que no se ve ninguna mejoría a corto plazo pero si a largo.

Es primordial empezar el año ciclista con ganas de trabajar.

Yo ya he empezado con todas las ganas del mundo,y vosotros?

martes, 2 de noviembre de 2010

BUSCANDO LA SUERTE


Todos los deportistas,o casi todos,tienen supersticiones o amuletos que hacen creer que todo les va a ir bien.Muchos piensan que son tonterías y otros hablan de "curiosidades".
Por mi parte nunca creí en supersticiones pero si que lo hice con las que yo llamo "curiosidades".

Cuando he tenido épocas que no me salían las cosas,buscaba siempre cosas que mediante la suerte me hicieran cambiar aquel estado de no conseguir mis objetivos.Cosas como,cambiar la cinta del manillar,zapatillas las cuales tuve una racha de caídas tontas,gafas con las que no conseguía llegar en el pelotón,calcetines,guantes....todo lo que te puedas imaginar que te sirviese de excusa a tu mal rendimiento.

Al contrario también pasa.Cuando todo te va bien no intentas cambiar nada de lo que te a hecho ganar o ir bien.Los mismos calcetines,que pasaran a ser de la suerte,los mismos guantes,que no te quitaras en todo el año,camisetas interiores,comida del día anterior hasta incluso los mismos bidones.Intentas hacer en carrera las mismas cosas que en otras competiciones te han salido bien.

Yo he sido,y sigo siendo,muy de estos ciclistas "raros",de los que tienen calcetines de la suerte,guantes y demás accesorios inútiles que te hacen creer que vas a ir bien.

Pero la conclusión de todo esto es que todo tiene un porque.Todo tiene explicacion.

Cuando todo va bien como cuando todo va mal es simplemente tener una vida "ordenada".
Quiere decir,entrenar bien,comer bien,tener una vida estable,sin sobresaltos,cuidar las analíticas y sobre todo tener ganas de correr.
Si todo eso se cumple,puedes fallar una o dos carreras pero os aseguro que acaba saliendo bien.
Cuando no vas o todo te sale mal en la bici,suele tener una explicacion.No seguir los pasos coherentes de un ciclista te hace llegar a buscar soluciones tontas a malos habitos o mala suerte que en algún momento del año te suele tocar.

La suerte siempre hay que buscarla ya que no viene por si sola

viernes, 22 de octubre de 2010

IGUALDAD DE TRATO?


Escucho por la radio las noticias de la selección de fútbol, y las del Barcelona en concreto. Hablan de Xavi Hernández, el santo y seña de los dos equipos, un futbolista admirable, ejemplar. Como futbolista y, dicen, como persona. Está lesionado. Su tendón de aquiles dijo basta hace unos días y renunció a jugar los dos últimos partidos con la selección española. Necesitaba un descanso.
Sin embargo, oigo, con estupor, que el tratamiento que se está aplicando a Xavi es una autotransfusión de sangre. Le sacan sangre propia y se la inyectan en la zona afectada, supongo que después de tratarla. Y los que comentan la información lo hacen con toda naturalidad, la misma con la que lo comentan los médicos que le aplican el tratamiento. Se trata de curarlo, de que el jugador esté en condiciones en el menor tiempo posible. Lógico.
O no tanto. ¿Se imaginan que un ciclista diga que se ha sacado sangre para luego inyectársela? Que yo sepa, en casos así, la Unión Ciclista Internacional y la Agencia Mundial Antidopaje se lanzan sobre el ciclista y, como mínimo, le suspenden la licencia por dos años, al margen de desposeerle de las victorias y los premios conseguidos desde que se hizo la transfusión.
¿Tendrá residuos plásticos Xavi en su sangre?
Imagino que el tratamiento que le están haciendo al jugador del Barcelona será, simplemente, un asunto de sentido común, a aplicar lo mismo en el fútbol que en el ciclismo, pero en este deporte está instalada la histeria, hasta el punto de que el mismísimo fiscal italiano contra el dopaje, Etore Torri, ha apuntado la posibilidad de dar barra libre a los deportistas.
Por cierto: hace unos años, la casa deportiva que patrocina a Lionel Messi, desplegó una campaña publicitaria en torno al jugador, en la que, entre otras cosas, se mostraba cómo Messi, cuando pertenecía a las divisiones inferiores del Barça, fue sometido a un tratamiento con hormona del crecimiento. Se supone que para conseguir una estatura que le permitiera jugar al fútbol. ¿Lo intentamos con algún ciclista?

lunes, 18 de octubre de 2010

LO QUE NUNCA SE SUPO DE LA OPERACION PUERTO


La "Operación Puerto", la intervención policial acaecida en Madrid contra una red organizada de dopaje, fue el resultado de la curiosidad de un detective, de un tentiente de la Guardia Civil que, tras romper algunas tramas de falsificación y distribución a gran escala de esteroides anabolizantes, quería saber cómo se organizaba el último escalón, la de distribución de sustancias y métodos entre los atletas. Para hallar esto, necesitó que un juez le autorizara a realizar ciertos pinchazos telefónicos y a vigilar a uno de los más reputados médicos deportivos de España, Eufemiano Fuentes.

Las consecuencias de sus hallazgos le superaron, la falta de entusiasmo de los jueces por sacar a la luz los secretos de Eufemiano le paralizaron. Lo suyo no eran las interpretaciones políticas, y al final le dejaron con la sensación del trabajo sin terminar porque ni las autoridades deportivas nacionales ni las internacionales quisieron terminarlo. Siguió desvelando la vida secreta de los deportistas de élite, las claves de un mundo que hoy, inalterado, sin tocar, sigue discurriendo y siendo manejado por las mismas personas que cuatro años y medio antes.

El Teniente Enrique es ahora capitán y se encuentra destinado en Afganistán, donde trabaja en los servicios de Inteligencia. Probablemente algún otro equipo de la Guardia Civil española esté pinchando teléfonos o vigilando e interceptando a Eufemiano y otros doctores. Algunos corredores implicados fueron sancionados y han vuelto a correr; otros aún están corriendo sin ni siquiera haber sido sancionados; otros están sancionados en este momento; otros retirados porque ningún equipo les quiere contratar; otros dieron positivo, fueron sancionados y no han vuelto; otros confesaron, han escrito libros, han dado entrevistas, se han arrepentido, han roto el código de silencio y no han sido aceptados de vuelta; otros siguen en el limbo, corriendo por una miseria en pequeños equipos de lejos, en carreras exóticas...

En la tarde del 23 de Mayo de 2006 Paco Mancebo sintió que su vida cambiaba para siempre cuando una radio española [N.delT.: Cadena Ser] informa de la detención de Eufemiano Fuentes, Manolo Sáiz y otros, así como del descubrimiento de docenas de bolsas de sangre en dos apartamentos en Madrid. Justo después un amigo telefonea a Mancebo, que está en su casa de Ginebra. "Estoy jodido, realmente jodido", dice el corredor. "Una semanas antes estuve en casa de Eufemiano preparando sangre para el Tour. Dejé ahí un par de bolsas". Toda la carrera y la vida de Mancebo se reduce a esas dos bolsas, junto a varias más que había dejado preparado en meses anteriores, y de repente se ve sumergido en un escéptico y paralizador estupor del cual le intenta sacar su mujer Luisa. "Algo hay que hacer", dice, "algo tiene que poder hacerse. Y lo haré".

Luisa piensa. En ese momento no ha sido revelado el nombre de ningún corredor implicado y, a pesar de que todo el mundo en el mundillo ciclista sabe que Mancebo es uno de los clientes de Eufemiano, aún puede evitarse que su nombre se haga público si coopera con la investigación. Unos días después, a través del CSD [N.delT.: Consejo Superior de Deportes], Mancebo se pone en contacto con Enrique, el teniente que había iniciado los pinchazos telefónicos unos meses antes, como en 'The Wire', monitorizando, interceptando e investigando los movimientos de Eufemiano Fuentes y sus amigos que iban a desencadenar la Operación Puerto. Mancebo se reunió con él un par de veces. Le ayudó a interpretar algunos documentos, a esclarecer las claves tras las sustancias prescritas por el galeno a docenas de ciclistas. Mancebo cuenta al teniente su vida.

Le explica como unos años antes su director, cansado de verle acabar siempre sexto o séptimo en las grandes carreras a pesar de su gran clase, calidad y capacidad de sufrimiento, le dijo un día: "Paquito, tienes que ir al médico, el médico decide quién gana la carrera, la clasificación general de la Vuelta y el Giro, todos los que no van con él no valen un pimiento".

Paquito va y ve al médico, Eufemiano, que le hace sentarse en una silla y le pregunta: "¿Cuánto te queda para acabar tu contrato? ¿Dos años? Pues el primero vamos a ir con calma, sin tomar riesgos, y en el segundo iremos con todo". Le prescribe anabolizanes ("alubias") para el invierno, EPO desde enero y HMG (HGH?) (“poder”) para las grandes carreras. La primera vez que tomó Andriol (el anabolizante), Paco no pudo dormir por la noche pensando que a la mañana siguiente un inspector de la UCI pudiera venir y pasarle un control antidopaje. Nadie viene y, a pesar de que Eufemiano intenta calmarle diciéndole que no hay peligro, se deshace de todos los medicamentos. A pesar de todos los tratamientos, a pesar de todos los riesgos, Mancebo no mejora sus actuaciones, ni las empeora: sigue donde estaba. Se rompe el mito. Mancebo no gana. Y tampoco lo hace al año siguiente, cuando comienza a recibir transfusiones de sangre. Un día va a la oficina de Eufemiano y éste le hace sentarse para extraerle más de un litro de sangre. "Eso es todo", le dice, "cuando el Tour dé inicio la sangre te estará esperando en Limoges para el día de descanso, así lo organizo yo, tengo compañeros que se harán cargo de todo, no te tienes que preocupar de nada".

Paco se lo cuenta todo a Enrique, que lo transcribe y se lo da para que lo firme como una declaración oficial para el registro, pero Mancebo rechaza firmarlo. Dice que no tiene nada contra Eufemiano, que le visitó voluntariamente, que le pagó regularmente por el tratamiento, que no tiene por qué traicionarle. Así que Mancebo pierde su inmunidad porque no quiso firmar una declaración que por otro lado ayudó en poco a la investigación.

Enrique, el teniente de policía español, debe instruir un caso de crimen contra la salud pública (recordemos que en mayo de 2006 aún no había entrado en vigor la ley antidopaje que criminaliza la acción de quienes promueven u organizan actividades de dopaje) y para probarlo necesita pacientes, deportistas, que hayan puesto su vida en peligro por seguir las instrucciones de Eufemiano. Mancebo no puede ayudar con eso. No puede inventarse un choque anafiláctico, una reacción alérgica, una enfermedad derivada de las sustancias que le suministró Eufemiano o causada por transfusiones practicadas sin medios sanitarios sino en hoteles, casas o cuartos de baño de estaciones de tren.

Inevitablemente, el nombre de Mancebo aparece entre la lista de docenas de ciclistas del primer informe de Enrique. Ese precipitado y chapucero informe no lo produce la Guerra Civil a petición del juez, a quien le da igual los nombres de los ciclistas que dieron y recibieron sangre, sino del Tour de Francia.

Una semana antes del Tour, El País empezó a publicar documentos encontrados entre los archivos que habían sido mantenidos en secreto hasta entonces. A la mañana siguiente, los ciclistas españoles boicotearon el Campeonato Nacional de ciclismo, que no se disputó por primera vez en su historia. Sólo dos corredores, Pedro Horrillo y Paco Mancebo, tomaron la salida. Dieron una vuelta al circuito y se fueron a casa.

El Tour, alarmado por la posibilidad de que algunos corredores implicados [en la OP] empañaran su carrera, pide un informe oficial al presidente del CSD, Jaime Lissavetzky (sic), para entregárselo a los equipos en una reunión mantenida en Estrasburgo con objeto de que éstos iniciaran una purga interna. Mancebo, como Basso, Ullrich, Sevilla y todos los corredores de Liberty, deben irse a casa antes de la salida. Poco después el AG2R, el equipo donde creía que iba a hacerse rico, le despidió, aun pagando el resto de su contrato.

Allan Davis está en la lista. Valverde no está en la lista
Como Mancebo, docenas de corredores quedan de repente en el limbo. No pueden correr porque se sabe que han sido dopados por Eufemiano, pero tampoco pueden ser castigados porque el juez niega a las federaciones las suficientes pruebas como para instruir un caso. Precisamente entonces, en agosto de 2006, es cuando todo se tuerce, todo se encalla en oficinas, los ciclistas se niegan a cooperar, falta voluntad política de sacar lecciones de lo aprendido en la Operación Puerto y organizar una comisión de investigación que esclarezca cómo de extendido está el dopaje en todo el deporte, de proponer una salida razonable para todos los ciclistas, saltarse la ley y empezar de cero en 2007.

El mundo del ciclismo organiza su Zonderkommando [NdelT.: unidad nazi especializada en eliminar reclusos dentro de un campo de concentración], los equipos lucharán unos contra otros por corredores más baratos, traicionarán a sus vecinos, pensarán cómo sobrevivir, se acusarán mutuamente, harán una lista negra, organizarán una caza de brujas. La UCI y la AMA, ahogadas en papeleo, dejan todo en manos de sus abogados. Como francotiradores, las autoridades antidopaje alemana e italiana sólo se preocupan de castigar a los nombres más famosos.

No investigan las franquicias de la red de Eufemiano en sus propios países, los médicos que trabajan con él, que ayudaban a establecer "bancos de sangre" seguros para Giro y Tour. Enrique colabora con Italia y Alemania. Les ayuda a encontrar agujeros lejos que les habilitarán para tomar muestras de las bolsas de sangre, hacer confesar a Basso, castigar a Ullrich y otros muchos. En Francia, donde también había ramificaciones, nadie hace nada.

En 2007 Mancebo corre en Relax, un equpio de segunda división que quiere dar una oportunidad a todos los perdidos en el limbo como Sevilla, Santi Pérez y Vicioso. Busca acuerdos con el CSD, quiere controles médicos oficiales, probar que puede empezar desde cero. El experimento falla y se hunde una vez que la Vuelta rechaza la participación de los sospechosos. Al año siguiente Mancebo se va a Portugal, ganando 900 euros al mes. Nadie le sanciona, pero no hay ningún equipo importante que se atreva a contratarle. Está en la lista negra.

Alejandro Valverde también está en la lista negra, acosado y acusado desde todas partes, manteniéndose a flote sólo por la fuerza de su equipo Caisse d’Épargne. Su nombre es el símbolo de la Operación Puerto. Incluso cuando Eufemiano estaba bajo arresto en la comisaría de policía preguntó si irían a por Valverde, uno de sus clientes que aseguró que estaba envuelto*.

De cualquier manera, a pesar de que una lista de bolsas de sangre incluye la nota "Valv (Piti)", Enrique no pudo encontrar suficientes pruebas, ni grabaciones telefónicas, diarios, calendarios de dopaje... como para añadir el nombre de Valverde a su lista. Manolo Sáiz y su mánager, Carlos Bueren, llaman a los periodistas: "¿por qué no habláis de Valverde?", les retan, “mencionad a Valverde, no tengáis miedo”, y acompañan la invitación con un envoltorio de recortes de un diario [NdelT. Probablemente, AS] en el cual se ve a Valverde con su perro, llamado Piti. Y todo el mundo sabe que el perro de Basso se llama Birillo, y que todos los alias usados por Eufemiano son los nombres de las mascotas de los deportistas (excepto para Mancebo, llamado Goku por el personaje de Dragon Ball) y se preguntan por qué Valverde sigue corriendo y ganando como si nada hubiera pasado.

Mancebo no significa nada y Valverde es el símbolo. Ambos sufren como presas de caza. La Operación Puerto se reduce a una persecución. La de Valverde acaba con una sanción mundial aplaudida por los supervivientes, que han conseguido cambiar únicamente lo justo para que el negocio siga siendo igual, a pesar de que el CONI se haya saltado todos los procedimientos legales, las precauciones normales, los estándares judiciales. La persecución a Mancebo, que tiene ahora 34 años, continúa y persistirá hasta que se retire. En 2009, gracias a su amigo [Óscar] Sevilla, exiliado en Colombia donde encontró el amor y un equipo donde sigue en su mal camino y acaba de dar positivo, Mancebo experimenta la locura del equipo yanqui Rock&Racing. Incluso gana una etapa de la Vuelta a California, siendo líder hasta que el equipo RadioShack de Leipheimer tira en bloque para eliminarle y sufre una caída en la etapa reina.

En 2010 el equipo americano desaparece, Mancebo se queda sin empleo, participa en carreras de mountain bike y encuentra un espónsor griego para un equipo en Murcia [NdelT. Heraklion Kastro-Murcia]. Brilla en la Vuelta a México y el Tour de Utah, gana la Vuelta a Guadalupe. Viendo que su futuro parece asegurado con un gran espónsor, llama a su antiguo director Eusebio Unzué para que le contrate, para volver al Pro Tour cinco años después de la Operación Puerto. Unzué rechaza el ofrecimiento.

Ha recibido alguna información de la Federación Española. "Cuando el proceso por crimen contra la salud pública empiece contra Eufemiano, Merino Batres, Sáiz y otros acusados, pediremos al juez las bolsas de sangre", le cuentan a Unzué, "y empezaremos con las sanciones, incluido Mancebo, así que no le contrates". El ciclismo sigue siendo lo mismo pero sin Mancebo que en septiembre, en lugar de correr la Vuelta a España, corre la Vuelta a Bulgaria, donde acaba tercero y encuentra que aún hay carreras UCI sin controles antidopaje.

Unos meses después de la Operación Puerto, Enrique se encuentra a José Luis Merino Batres, propietario de un laboratorio de análisis clínicos y el hombre que organizara la logística de las transfusiones de la Operación Puerto, en la calle. Tras saludarle, le dice al teniente: "El tío del que más me compadezco es Mancebo. ¿Sabes que tenía un hematocrito natural tan alto, 49, que no podíamos darle nada porque sería detectado fácilmente? Sólo le dimos placebos y poco más. Le engañamos durante años".

jueves, 14 de octubre de 2010

VERGONZOSO!!!!!!!!


Asco es lo que siento cuando hablan de mi deporte.Vergüenza de compartir carretera y la vida con gente tramposa.Que conste que no va por los recientes casos de doping,pasados hace poco.

Un ejemplo de lo que es el ciclismo amateur,ya ni hablar de los pros.

Hace años un chico recién pasado al campo amateur, llegó a un equipo con toda la ilusión de la que un chico virgen en las lides del ciclismo de elite, podía ser.Era una joven promesa de nuestro ciclismo que con el paso de los años se fue dilullendo.Pues bien,este chico me llego a comentar que su ilusión y su cabezoneria le quería llevar a ser profesional sin tomar nada,ni vitaminas ni nada.Como siempre mi consejo fue que adelante y que nada ni nadie le quitara ese sueño,siempre y cuando se cuidara de no tener anemias ni nada de eso.
Como buen veterano ya sabía lo que iba a pasar.
Con el paso de las temporadas este chico empezó a conocer lo asqueroso y corrompido que estaba y esta nuestro deporte.Empezó a ver como compañeros que no andaban ni la mitad que el,le quitaban las pegatinas.Descubrió que iban con algo mas en su cuerpo.
Al vernos en otra carrera me volvió a comentar ,que como veía yo tomar algo "mas",que sus compañeros lo hacían.
Allí murió su juventud y su ilusión,y parte de la mía.
Quien me conoce sabe bien que puedo hablar con la cabeza bien alta.
Que el que va con algo "mas" es un ENGAÑADO Y UN FUSTRADO de la vida.Es alguien que sabiendo que hay alguien mejor que el, intenta mejorar su rendimiento de la manera mas fácil y penosa que puede haber.

Esta es la pena de sociedad en la que vivimos.La sociedad en la que un director profesional no mira el rendimiento de un corredor, si va limpio, buena persona.......y si mira que su representante sea amigo o que le gane carreras.

En amateurs es mucho mas evidente.Los directores y corredores pasan por encima de la cabeza de quien sea, de la manera que sea, por tal de ganar carreras y llegar a ser profesional para ganar dinero.
Por suerte todavía hay gente que se puede creer en ellos, pocos ,pero los hay.Todavía hay valientes que no les importa llegar a 3 min del vencedor o a 30 min del ganador pero sabiendo que ha sido por su esfuerzo y dedicación, única y exclusivamente.

PARA LOS QUE NOS ENGAÑAN CADA DÍA O EN CADA CARRERA QUE SEPAN QUE NO NOS ENGAÑAN A NOSOTROS Y SI LO HACEN A ELLOS MISMOS, AUNQUE MUCHOS TENGAN LA VIDA SOLUCIONADA

jueves, 7 de octubre de 2010

AHORA TOCA VOLVER A EVANGELIZAR


-“No soy un ciclista sólo en el sentido de que monto en bicicleta, lo soy en el mismo sentido en que algunas personas son socialistas, fundamentalistas, cristianos o realistas éticos; es decir el ciclismo es mi ideología, un sistema de creencia sobre la base de la pureza y la economía de movimiento y generosidad para con el ambiente… y quiero convertir a otros”.

viernes, 1 de octubre de 2010

EL CASO CONTADOR


Esta madrugada, las alarmas saltaron a partir de una nota de prensa del gabinete de comunicación de Alberto Contador.
De inmediato el director del Partido de las 12, Juan Antonio Alcalá, se hizo eco de la noticia de una manera algo inexacta a partir de la información que le proporcionó su redactor Rubén Martín. Alberto Contador había dado positivo por clembuterol en un control efectuado el 21 de Julio, día de descanso del Tour de Francia. El positivo, sencillamente, no es tal. Es uno de los conocidos como "falsos positivos": controles antidopaje que detectan una sustancia prohibida, pero en una cantidad tan ínfima que sólo cabe pensar en un factor incontrolado que haya introducido esa sustancia en el cuerpo del deportista. El propio Contador argumenta eso en su nota de prensa eso mismo y atribuye la presencia de clembuterol en el resultado de su control antidopaje a una "contaminación alimentaria".
Sin embargo, hay muchos más motivos para pensar que este positivo no es tal, que si Contador tenía esta sustancia en su cuerpo no era conscientemente y menos aún con objeto de doparse. Todas deducibles de las propias características del medicamento.

¿Qué es el clembuterol?
El clembuterol es un broncodilatador, concretamente un Beta-2 Agonista que se consume por inhalación. Dicho de otra manera, un medicamento prescrito para combatir el asma como el Salbutamol (Ventolín). Alberto Contador, de hecho, padece asma crónica; en teoría, tiene receta para consumir alguno de estos broncodilatadores. Aunque seguramente éste no sea el clembuterol. No sólo porque el hecho de que apareciera en su organismo ha sido considerado "positivo" por la UCI, sino porque el clembuterol no suele ser utilizado en humanos. El clembuterol, de hecho, es a largo plazo pernicioso para las personas (provoca problemas cardíacos) y no se vende en países como Estados Unidos o Inglaterra. Sin embargo, sí que es habitual usarlo en animales: como remedio contra el asma... y como anabolizante o, hablando en plata, enogordante.
Este es el segundo motivo por el que Alberto Contador no lo habría usado durante el Tour. Y es que, si bien usar un anabolizante en deportes de fuerza como los de contacto puede costearse, en un deporte como el ciclismo no tiene mayor sentido. Más en pleno Tour de Francia, cuando los ciclistas huyen de cargar el cuerpo con un gramo de grasa o músculo de más que se puede pagar durante las subidas, gran especialidad de Alberto Contador.
¿Qué beneficios aporta al ciclista?
Más. El efecto del clembuterol como broncodilatador, su efecto más beneficioso para un deportista, no dura más allá de una hora aunque la sustancia tarde en eliminarse del cuerpo unas treinta y cinco. Es por ello que, si bien en el tenis o el atletismo puede ser interesante su uso (recordemos los positivos de los tenistas Mariano Puerta y Karol Beck o de la atleta Katrin Krabbe), en el ciclismo no tiene ningún sentido. Cuando el esfuerzo dura cinco horas, la única rentabilidad que se le podría sacar al clembuterol sería... ¡administrándolo en carrera!
Queda un último posible uso para el clembuterol, este algo más oscuro. Los Beta-2 Agonistas en general están prohibidos por la Agencia Mundial Antidopaje por su acción anabolizante, en primer lugar, y por su acción de enmascaradores para otras sustancias antidopaje como la Testosterona; en definitiva, hacen lo mismo que el famoso Probenecid que hizo dar positivo a Perico Delgado. Sin embargo, aquí el clembuterol no encaja: es una excepción específica insertada en 2005 en la lista de sustancias prohibidas por la propia AMA.
Nota: El de Contador no es, ni mucho menos, el primer caso positivo por clembuterol que se da en el ciclismo mundial. La web Cyclisme-dopage.com recoge seis ciclistas distintos que han hecho pitar la máquina con esta sustancia, el último el ex corredor de RadioShack, Fuyu Li, en abril de este año. Sin embargo, todos tenían mayor cantidad de salbutamol en su orina que Contador. Si la cantidad de salbutamol es tan ínfima como se presume, en condiciones normales ni siquiera habría sido publicada como positivo. Lo más probable es que Alberto sencillamente consumiera carne "contaminada" de clembuterol, aunque habrá que esperar explicaciones de por qué ha salido a la luz este asunto. Lo que si queda claro es que habiendo productos dopantes mas avanzados en la actualidad sería absurdo doparse con este tipo de producto cuyos beneficios en el rendimiento deportivo son infimos!!!!! y además 5 pikogramos de este producto no incide en el rendimiento del deportista a no ser que su volumen en orina fuera superior a 200 ml, en fin el tiempo nos dara o quitara la razón, lo que si tengo claro que solo hablan de ciclismo para comentar casos de dopaje. Solo tengo una palabra para calificar a los periodistas es la de CARROÑEROS.

martes, 14 de septiembre de 2010

HEROES DE CARNE Y HUESO


He notado, últimamente, al entrenar por pueblos este verano que la gente, y sobre todo los niños, me miran con la boca abierta cuando paso. En uno de estos días veraniegos tan intensos ciclisticamente hablando que he tenido, mientras entrenaba, saludé a uno de esos niños con la esperanza de que esa noche, al llegar a cenar, diga a su madre: "Mamá, quiero ser ciclista". Y por la cara que puso, estoy seguro de que lo dijo.
Porque nosotros, los ciclistas, somos unos héroes anónimos. Ya puedes ser profesional como cicloturista, que en todos los pueblos cuando pases la gente va a mirarte entre sorprendida y admirada, y los niños dirán: "¡Hala, un ciclista!". Un servidor ha visto como dos niños pedían un autógrafo a Alejandro Valverde y este tan natural como humilde se lo ha dado tan gustosamente a los chavales. Quién viera a estos peques intentando pedir un autografo a cualquier estrella del tan nombrado futbol rodeados de los "famosillos" de este mundo, seria casi imposible acceder a ellos, pero el ciclismo es diferente es humilde, y a la vez muy muy grande, somos una gran familia, seamos de la categoria que seamos.
Nosotros, los ciclistas, somos héroes, sí. Somos héroes cuando nos caemos, como Igor Antón en la decimoprimera etapa de la Vuelta. Somos héroes cuando nos levantamos, como Amets Txurruca en el pasado Tour de Francia. Somos héroes cuando lloramos y sobre todo, cuando lloramos de felicidad.


Sí, somos héroes. Cada uno de nosotros somos héroes a nuestra manera, cada uno de una manera diferente. Para acabar, solo puedo decir gracias. Gracias, héroes, por estar ahí para ser admirados.

lunes, 13 de septiembre de 2010

SOMOS DE OTRA PASTA


No es porque el ciclismo sea mi deporte, pero siempre he pensado que hay deportistas, y ciclistas. Son (pondría un somos, pero yo estoy a otro nivel, soy cicloturista) una especie diferente. Nada ni nadie les (nos) para. El ejemplo más claro lo hemos visto esta tarde en la Vuelta a España, cuando el líder -Igor Antón- ha sufrido una espeluznante caída a más de 70 por hora cuando, tras un mal gesto, se le ha ido la rueda delantera y se ha metido un guantazo de impresión. Cuando uno se va al suelo a esa velocidad es como si en cada revolcón por el asfalto te dejaras un pedazo de piel y de carne. En el momento, estás en caliente y sientes el quemazón de las heridas, no te enteras; lo peor viene a las horas cuando todo tu cuerpo es una colección de ronchones de piel quemada y carne viva. Antón, el que aparece en la foto, se ha puesto de pie medio aturdido, con el maillot y el culotte destrozado, sangrando por todos sitios y aún así quería seguir. Se ha subido a la bici, pero al segundo ha desistido, tenía el codo roto. Adiós a la Vuelta, al liderato y a un gran sueño.
Si han visto el vídeo o las imágenes, fíjense cómo en ningún momento Antón ni jura, ni se lamenta, ni siquiera llora. Y cuando ve que ya no puede seguir en carrera se quita el casco y las zapatillas con resignación, y se va al coche del equipo. Allí le vendan de urgencia, y cuando se acerca a la cámara hace un gesto con la cara como de otro año será, qué le voy a hacer yo, y levanta el pulgar como hizo Alonso en su día para decirle al mundo que estaba bien. Esa misma tarde lo han mandado al hospital de Cruces, donde a las 11 de la noche ha sido intervenido de urgencia para rehacerle el codo. Antes de entrar en el quirófano, este chaval ha dicho "la vida me ha dado muchos golpes y más duros que éste, el año que viene volveré a la Vuelta más fuerte aún".
Conozco a muchos ciclistas, y si por algo me enganchó este deporte es porque quienes lo aman (mos) y practican (mos) jamás se dan (mos) por vencidos, nunca hay un no por respuesta, siempre se vuelve para resarcirse de las heridas y las derrotas. El caso de Antón tendrá su repercusión en los medios porque era el líder de una de las grandes después de ganárselo a pulso, como le sucedió al llorado y querido Luis Ocaña en el Tour de 1971. Todos los días en muchas carreras, también en entrenamientos, muchos ciclistas y cicloturistas se caen, se accidentan o sufren sin que nadie lo sepa ni trascienda. Todos ellos, los conocidos y los anónimos, los que cobran bien y no tan bien o los que hacen esto por simple gusto, siempre se levantan, aquí nadie se queda agarrándose la pierna retorciéndose en la hierba como si se murieran, ni se pide el cambio, porque tampoco lo hay. No son, no somos masocas, nos han hecho así. Amamos la bicicleta, amamos el ciclismo y no conocemos la derrota.

lunes, 6 de septiembre de 2010

MIS 23 MILIMETROS


El sentido de la propiedad en ocasiones roza lo obsceno. Queremos, deseamos, anhelamos tener, poseer.

Sin valorar , que en la mayoría de ocasiones, todos esos anhelos no implican más que una muestra absurda de ese halo de materialismo en el que estamos envueltos por la sociedad actual. Hemos de ser conscientes de que, en la mayor parte de los casos, todas esas "cosas", sí cosas, no son más que objetos caducos, perecederos, que forman parte de nuestras vidas durante un periodo limitado. Bien porque el tiempo las merma o bien porque toda esa ilusión que un día tuvimos en poseerlas torna 180 grados y se convierte en desidia e ignorancia hacia ellas.

Sin duda alguna, las "cosas" auténticas, las que merecen verdaderamente la pena, son aquellas que no son tangibles. El concepto de familia, amistad, evasión, ilusión, alegría, soledad (escogida)... Aunque no las podamos tocar, provocan en nosotros sensaciones, emociones, estados de ánimo aleatorios... Nada material puede hacernos sentir así.

Personalmente puedo tener poco o mucho. De más o menos valor. Práctico o totalmente inútil. Pero hay cosas de las que uno no se puede sentir dueño o propietario por todo lo que hemos hablado anteriormente. Si hay algo de lo que estoy orgulloso, algo de lo que me siento realmente dueño y algo que sé a lo que voy a poder recurrir siempre (eso espero) son mis 23 milímetros.

Nunca tan poco significó tanto. A veces los tópicos no son tales y las cosas más pequeñas, o de menor medida, son verdaderamente las más grandes.

Mis 23 mm. Esos que me mueven. Los que me hacen sentir realmente bien, feliz. Sobre ellos puedo estar reflexivo, con la mente en blanco, temeroso, decidido, nostálgico, mirando con ganas adelante, concentrado... Puedo sentirme libre, en soledad absoluta, sentir verdadera paz. Sufrir, puedo llegar a sufrir mucho, pasarlo verdaderamente mal, pero también conseguir plena satisfacción. Son capaces de dibujarme una sonrisa imborrable en la cara. Sólo ellos. Lo que sucede entre mis 23 milímetros y la carretera es solo mío, no puede ser de nadie más.

Diferentes sitios, muchos kilómetros, con el tiempo como aliado o enemigo. Frío, calor, agua, viento... Pero siempre con MIS 23 milímetros. Sí, míos, solo míos. Nunca nadie podrá arrebatarme lo que he vivido sobre ellos ni la ilusión por seguir compartiendo sobre ellos horas, días, momentos... experiencias. 700x23 C, sólo eso, pero solo para mí.

Por cierto, tú... ¿qué tienes?

viernes, 13 de agosto de 2010

GRACIAS TELEFONICA!!!



Era poco antes de las dos y media cuando me llegaba un mail con la noticia: Telefónica será el nuevo sponsor principal del equipo de Abarca Sports, tomando el relevo de Caisse d’Epargne, y que participará en las competiciones bajo la marca Movistar. de esta red. Creo hacía tiempo que no me alegraba tanto por una noticia relacionada con el ciclismo.

Y aunque ahora hay algunos que pueden recurrir al ‘yo ya lo sabía’, hasta hace muy poquitas fechas todo estaba en el aire. El ‘no news, good news’ no era precisamente una buena señal, ya que cada día que pasaba corría en contra del futuro del conjunto navarro. De hecho, incluso parece que se había establecido una fecha tope –el 15 de agosto- para que se confirmara el patrocinio. Afortunadamente hoy se han disipado todas las dudas y ahora tan sólo hace falta que no sea demasiado parte para que Unzue y compañía formen el equipo que tamaño patrocinador se merece.

Pero con ser importante que se garantice el futuro de la formación, lo más importante es la entrada de un gran espónsor español. Desde el fatídico año 2006, cuando dijo adiós Liberty Seguros, las firmas que habían apostado por el ciclismo o eran pequeñas –aunque voluntariosas- o estaban obligadas de una forma más ‘política’. Y en todo caso eran minoría ante el patrocinio institucional de regiones como Galicia, Euskadi, Murcia, Andalucía o Extremadura. Y claro, con la crisis que estamos viviendo, esta vía no parecía muy halagüeña.

En fin, gracias a Telefónica, a Movistar –aunque a instancias del comentario de algún compañero de tuiterío, pienso que Tuenti podría ser también un vehículo excepcional para este proyecto-, por su apuesta por el ciclismo: compartida, la vida es más, nos dijeron. Y, espero, que sea el esperado cambio de tendencia y que otras grandes marcas apuesten ya por nuestro deporte. No se arrepentirán.

jueves, 29 de julio de 2010

CICLISTA DE NACIMIENTO



Los ciclistas de verdad tienen un sistema autodefensa que les impide venirse abajo en situaciones en las que cualquier otro ser humano tiraría la toalla sin pensárselo dos veces.

Hablo de situaciones en las que el cuerpo y la mente entran en caída libre debido normalmente al cansancio físico, o al mental.

Llegas de entrenar, te encuentras fatal contigo mismo porque no acabas de rendir como de ti se esperaba, ayer domingo, sin ir mas lejos, la carrera te fue fatal. No pudiste ni ayudar al equipo y en el kilómetro 80 tuviste que poner pie a tierra y subirte al coche. Ya no hay ánimos del director, ya no hay tranquilo chaval que esto lleva un tiempo, nadie nace estrella.

En casa la pregunta de siempre...como te ha ido hoy? no sabes que contestar...regular. Entonces es cuando te sueltan eso de : lo que tienes que hacer es dejar ya la bicicleta!Te quema por dentro...esas palabras son las que te sirven para sacar fuerzas de donde no las hay y piensas: yo no me equivoco, quiero ser ciclista.

Entrenas y entrenas y cada vez andas menos, llegas a casa apajarado, no te aguantas en pie y piensas...lo dejo, no merece la pena, no valgo para esto...pero entonces te duchas, comes algo y en el sillón algo más recuperado piensas que es normal que hayas llegado así, que es cosa del entreno acumulado. Ya eres otro, vuelves a ser ciclista.

Y acaba el año y no has podido rendir como querías...y piensas este año es el último...lo dejo, no puedo volver a pasar por lo mismo otra vez, gimnasio, agujetas, correr a pie, agujetas, andar por la montaña, agujetas, coger de nuevo la bici...esos primeros kilómetros con las piernas hinchadas a sólo 25 km/h...no voy a ser capaz otra vez...
Pero después de dos semanas de parón ...dos semanas sin ver tu bicicleta, sin notar el aire en tu rostro, sin notar el ácido láctico golpeando tus piernas...vuelves a ser tú y piensas...este va a ser mi año. Me los voy a comer a todos y voy a demostrarles quien soy.Te apuntas a piscina, al gimnasio...corres a pie y te hartas de hacer abdominales porque tú no eres un tío normal. Tu eres ciclista y tu sistema de autodefensa te impide tirar la toalla.

Yo tenía pensado dejar este año la bicicleta pero....después de dos semanas de descanso ya lo veo todo diferente. Que le vamos a hacer si nací ciclista.

martes, 8 de junio de 2010

LA PRENSA HUELE A PODRIDO


La verdad no entiendo el empecinamiento, por parte de muchos de los que por naturaleza, deberían defenderlo, en administrar este incesante goteo de excremento, vertido sobre nuestro deporte.

Sin una meta definida y con una intención poco clara, parece que los estamentos deportivos, la prensa y hasta los mismos aficionados, se hubiesen empeñado en desprestigiar a toda costa al pedal y a todo el que pedalea. Dicho sea de paso, las cuitas profesionales, sus negocios y sus luchas intestinas a mí no me afectan. Pero la cosa, llegó a un nivel tal de acciones escandalosas y machaconas campañas, que arrastran por el lodo, lo poco bueno que en él nos queda; que a todo amante de la bicicleta, esto ya le afecta y le interesa.

Indiscriminados ataques, bulos, habladurías, publicaciones dignas de ser procesadas de oficio por los fiscales, aquí todo vale. Una total falta de respeto al deportista y lo que es mas grave, el pringue nos afecta hasta cuestionar socialmente y de manera abierta, nuestro derecho a circular por la carretera. Algo en esencia tan bello: los años de sacrificios, las ilusiones, los sueños, las técnicas, la fuerza plástica del grupo en su desplazamiento, el sentir esa brisa que acaricia el rostro en cada pedalada.


Nada de esto vale, al parecer, en las pruebas deportivas todo se limita al resultado, aquí sólo hay una premisa: ¡Victoria o muerte! Y por desgracia aunque de ello estamos tratando, las victorias no siempre han de ser deportivas. Los despachos, los directivos y la prensa, casi siempre dominan la contienda, a costa de cuanto sea.

No creo que los egos personales y aquí por lo visto de esto vamos sobrados, debieran prevalecer sobre la manifestación deportiva. Pero, organismos de control, patrocinadores, directivos y deportistas. Todos sin excepción practican esta ruleta rusa: si hay que crucificar, se crucifica, si hubiese que apañar, se apaña. Al parecer todo vale, en esta guerra de guerrillas, si mi criterio sale reforzado. Quienes deberían dar ejemplo, solo nos dan tremendas patadas al trasero.

¿Os parece que exagero? ¿Acaso creéis que estoy cargando la tinta? Tan solo en los últimos días y como contrapartida a una antológica edición del Giro, encontramos:
- El bulo que incluso los aficionados ya argumentan y creen, del dopaje mecánico.
- El tan traído, sonado y mil veces penoso y sobado caso Valverde.
- La muerte de tres ciclistas el último fin de semana y un reciente atropello de Luis León Sánchez, que destapan otra vez, nuestra débil condición en el Tráfico rodado.

En esto andamos, compañeros y el camino en vez de engrandecerse, cada día se ensombrece, se acorta y se estrecha. No sé si alguna vez seremos capaces de lavar estas vergüenzas, lo que parece claro es que el ciclismo está cambiando y no me gusta lo que aparenta.

A este paso nos queda poco de rodar por las vías, no creo que sea neura, si os digo que se me antoja, un capítulo más de esta sociedad, que enferma con las teorías de la conspiración y lo peor en ese caso, parece que la hipótesis se demuestra. Ante el empeño de tantos por la demostración, mantendremos el negar la mayor, como respuesta:

¡Viva el ciclismo de carretera!

miércoles, 2 de junio de 2010

LA MAGIA DE LA BICI


Metal, fibra de carbono, caucho, poliéster… con diferentes mezclas de estos materiales se construye una bicicleta. Sin alma, sin personalidad definida, sin empatía con su propietario: así debería ser. Pero hay algo en este ingenio mecánico que atraviesa la membrana neural del ser humano y desata sentimientos y, lo que es peor, cuando varios individuos comparten esa afición por ese cacharro que se mueve a pedales, establecen vínculos de amistad muy fuertes. ¿Tiene esto alguna justificación racional? Posiblemente si. Tengo una pregunta para toda nuestra familia ciclista y a la que el 100% de todos los ciclistas a la que se la he preguntado no dudan en responder basicamente en otras palabras lo mismo que siento yo en mi persona como ciclista. La pregunta es algo compleja .
- ¿Qué te ha aporta la bicicleta?
“la bicicleta me ha dado todo lo que he necesitado para resolver mi vida: me ha enseñado a sufrir, a disfrutar, a ser humilde, a trabajar sobre unos objetivos, a lograrlos…”
Asimilando esta respuesta, no es complicado establecer muchos nexos de unión que justificarían los fuertes lazos de amistad que surgen entre los aficionados a este deporte ¿o más que un deporte es, en realidad, una manera de vivir?

AMEN

EL CASO VALVERDE


Hay que felicitarse, aunque solo sea por esta vez, de que haya imperado un poco la lógica y la sanción del TAS a Valverde se haya hecho pública después del Giro de Italia. Y es que hubiera sido un auténtico despropósito haber ‘distraido’ el gran espectáculo deportivo con la publicidad a una sanción que ya es absolutamente atemporal, al llegar con un retraso incomprensible e injustificado que contribuye a que se hable de injusticia, aunque éste sea un término muy distinto.
Ni que decir tiene que la sanción ha sido acogida con alegría por numerosas personas y colectivos. Principalmente por todos aquellos cuyo pensamiento es simple: ‘el que la hace, la paga’. Y es que la existencia de una bolsa con su sangre ‘enriquecida’ está catalogada reglamentariamente como tentativa de dopaje, y por lo tanto como un hecho sancionable. Pero también hay otros individuos que se han alegrado de esta sanción por su pretensión de que sea un escarmiento ejemplar a un corredor cuyo único mal –actual- ha sido utilizar todos los medios legales a su alcance para intentar evitar la sanción. Y claro, ello conlleva un retraso en el castigo que no existió, por ejemplo, con Ivan Basso. No nos olvidemos nunca de que la bolsa corresponde a 2004 y que no hay nada que indique que Valverde haya competido dopado desde entonces. Más bien todo lo contrario.

En cuanto a los defensores, tienen un símil muy apropiado: el caso del chaval que robaba coches en su alocada juventud en un entorno de malas influencias y que una década larga después –maduro y con una vida y trabajo estable- recibe la condena de varios años por una de sus fechorías de antaño. En ese caso, es frecuente que la sociedad reclame un indulto –o una reducción de pena- en base a la rehabilitación y reinserción, algo impensable en el de Valverde, donde quien debería perdonar es precisamente quien más quiere castigar y ejemplarizar.

El proceso

De todas formas lo que yo no termino de entender no es el castigo, sino el proceso. A raíz de la OP el juez instructor, Antonio Serrano (titular del Juzgado 31 de Madrid), se negaba a que las pruebas obtenidas pudieran ser utilizadas para abrir expedientes deportivos no sólo en España, sino a corredores españoles, aunque sí se autorizó el envío de las mismas a Alemania, demostrándose la implicación de Jan Ullrich, y a Italia, lo que sirvió para sancionar a Michele Scarponi e Ivan Basso –que tampoco reconoció nunca haberse dopado, aunque sí la tentativa-. Un agravio comparativo que ha espoleado las acciones italianas contra Valverde, por ejemplo. Según me comentó un abogado, es un principio básico de funcionamiento del procedimiento judicial –al menos en España- que unas pruebas obtenidas en una investigación sobre un tema no puedan ser utilizadas en otro. Y por supuesto, al estar en vía penal, se anulaba la administrativa, en este caso la potestad sancionadora.

Sin embargo, el CONI se las apañó para que en ausencia de Serrano, la jueza suplente, Ana Teresa Jiménez Valverde, al recibir la orden urgente italiana diera su aprobación para que los envases se facilitaran a las autoridades italianas. Serrano reaccionó emitiendo un auto urgente que daba por nulas las actuaciones del organismo italiano contra Valverde, argumentando que la fiscalía antidopaje del CONI depende del Ministerio de Cultura italiano y no del de Justicia, e insistiendo que las pruebas de un proceso legal no podían utilizarse en la jurisdicción deportiva.

Si realmente esto era así, estábamos ante un asunto de Estado que trasciende a toda competencia del caso particular del ciclista murciano y de la propia legislación deportiva y que debería haberse tenido otros protagonistas y otros foros. Y obviamente la decisión de la juez suplente quedaba muy en entredicho. Pero no pasó nada, aunque se hablara mucho. Y además, ni al CONI, primero, ni al TAS, después, le importaron un bledo estos argumentos. Y para más inri, la Audiencia Provincial de Madrid estimaba hace menos de un mes el recurso del CONI para el uso de las pruebas al considerar que se debe de "interpretar con amplitud" el derecho de tutela judicial efectiva y que el organismo italiano, "como organización que tiene por finalidad la dirección desarrollo, control, reglamentación [...] del ciclismo 'bajo todas sus formas' en el ámbito nacional e internacional", es "titular de un interés legítimo" para ser parte del procedimiento. Casi ná, que diría un castizo.

Yo no lo digo, lo comentaba ayer Juan Mora en AS: “Es algo tan difícil de explicar que nos deja en evidencia ante otros países. Lo que aquí no se puede sancionar, fuera sí”. Un agujero legal que puede repetirse tanto con cualquiera de los ciclistas que se encontraban presuntamente en la OP, como con otros deportistas que puedan verse ‘cazados’ en el futuro en una operación similar que tenga ese componente judicial que impida la apertura de expedientes administrativos. Pero también se abre la posibilidad de que cualquier juez de cualquier país decida arrogarse las competencias para juzgar una falta, un delito, si, por las razones que sean, no lo es en España.

La sanción

Hay una segunda fuente de polémica, pero que ya importa menos, referida a la duración efectiva de la sanción: se habla de dos años –de 1 de enero de 2010 a 31 de diciembre de 2011-, aunque realmente no pueda correr desde anteayer, lunes 31 de mayo, es decir 17 meses. En Italia, en cambio, la sanción será de más de dos años y medio, y si lo aplicamos a las ‘grandes’ supone tres ausencias en Giro y Tour. Y eso, por no hablar de la retirada de todos los resultados de lo que va de temporada. ¿En base a qué, si estamos hablando de una acción de 2004, no de estos últimos meses?

Y aunque los abogados del ciclista aún digan que tienen algunos cartuchos en la recámara en forma de recursos, me temo que es algo que no le hace ningún bien ya a Valverde, que más que el ejemplo legalista de Floyd Landis, quien decía haberse arruinado con su defensa, debería tomar en cuenta el de Basso, y pensar que la mejor, posiblemente la única, Justicia llegará a partir del 1 de enero de 2012: con 32 años, aún tendrá cuerda para demostrar mucho sobre la bicicleta, que en definitiva es lo que queremos todos.

miércoles, 26 de mayo de 2010

UNA OBRA MAESTRA


El viernes por la mañana me regalaban ‘El ciclista’, de Tim Krabbé. Para muchas personas es el mejor libro jamás escrito sobre ciclismo. Y me alegró un montón porque estaba en la lista de espera de mis lecturas.

Y es que, aunque es una obra con más de treinta años de antigüedad, incomprensiblemente jamás se había publicado en nuestro país. Afortunadamente Los Libros del Lince ha reparado este olvido y este error editando esta pequeña joya que sinceramente os recomiendo. Pero no adelantemos acontecimientos.

Como dice el refrán, “A caballo regalado no le mires el diente y ponte ya a cabalgar”. Es decir, comenzaba a leerlo a primera hora de la tarde, siguiendo hasta ya cerrada la noche… y dejándome las últimas cincuenta páginas para ayer sábado. Ahora, con la lectura terminada y fresca, puedo corroborar todo lo bueno que se había escrito sobre ‘El ciclista’.

Se trata de una narración autobiográfica de Krabbé, novelista, periodista, ajedrecista y tardío ciclista aficionado –“hubieras podido ser un buen profesional de haber empezado cuando tenías 16 años”- cuando afrontó el 26 de junio de 1977 el Tour de Mont Aiguoal, “una carrera que quería ganar”. Todo lo demás es narración, es emoción, es experiencia, es vida, es ciclismo, aunque os dejo a vosotros que sepáis si es victoria o derrota. Y es una gran novela.

Lógicamente las comparaciones con ‘Alpe d’Huez’, de Javier García Sánchez, son odiosas: aquí tenemos una narración más ligera en todos los sentidos en relación con la del español cuya épica resulta algunas veces exagerada –sobre todo ese final a lo Dan Brown-, aunque es otro libro altamente recomendable, quizá por lo escaso que resulta encontrar obras con esta temática deportiva. En ambos casos, como escribía hace unos pocos días, en el mundo del ciclismo la ficción no supera a la realidad, pero también entretiene.

LA MEJOR GRAN VUELTA EN DECADAS


El Giro de Italia de este año 2010, posiblemente sea la más emocionante de las grandes en lo que va de década –contando la que empezó en 2001, no os vayáis a creer que esta afirmación tiene la trampa del 2010-. Y que, a falta de dos semanas, nos puede deparar de todo. Aunque seguro que los ciclistas que están en Italia no estarán tan ‘mosqueados’ como nosotros por la ausencia del Giro.
Por muchas críticas que reciban los organizadores de La Gazzetta –para gustos, los colores, aunque hay algunos que no pasan de distinguir los tres básicos- podemos decir que muy poco ha sobrado en lo que llevamos de ‘corsa rosa’. Las caídas del inicio holandés –algo habitual por los nervios en los primeros días de cualquier gran carrera, ¿verdad Tour?- y el frío de las primeras etapas, aunque es algo que cabe dentro de lo probable en estas fechas y latitudes. Porque la ‘eroica’ etapa de Montalcino sobre las ‘strade bianche’ fue un absoluto acierto, aunque resultara enfangado; porque el terremoto de L’Aquila, una dosis inesperada y suplementaria de emoción; y porque el Zoncolan fue un recital de ciclismo, dentro de la carretera, pero sobre todo fuera de ella: con paisajes humanos así, nadie puede acusar al ciclismo de falto de futuro.
Y así llegamos a las últimas seis etapas con un español de Talavera de rosa. Y con opciones reales de ganar el Giro. ¿Puede hacerlo? Lógicamente está en mejores condiciones que cuando empezó la carrera, pero peor que el sábado. Todo dependerá quién o quienes sean los rivales que despunten en estos últimos días. Y de los que se vengan abajo, que habrá hundimientos espectaculares. Los 3-33 que lleva al Basso que ayer se exhibió en la subida final no son para estar tranquilos precisamente, pero los 4-43 que saca a Evans, los 5-51 a ‘Vino’ o los 6-08 sobre Nibali permiten ser un poco más optimistas: dependerá de que no pierda la calma, de que no tenga un mal día y que no haya sorpresas fuera del guión. En cuanto a Carlos Sastre, cuarto a 4-21, tiene más a su favor la inteligencia que las fuerzas, que no le sobran. Y si juega bien sus bazas, puede y debe acabar en el podio. Pero no le veo en ganador.
En todo caso, la semana que nos queda es terrible: una cronoescalada de 12 kilómetros con la parte final sin asfaltar, dos etapas de las que engañan, de las que desgastan más por los nervios que por las fuerzas, y dos ‘tapponi’ con finales en alto aunque no demasiado selectivos: lo que asusta de ambos días es el penúltimo puerto de cada una, con nombres tan ciclistas como Mortirolo y Gavia. Ahí es nada. Y para finalizar, otros quince kilómetros de cronometrada, por las calles de Verona, un lugar de inmejorables recuerdos, por cierto, para el ciclismo español.
Todo ello a través de las imágenes de Veo 7 que poco a poco va cogiendo el tranquillo a estas retransmisiones, aunque en todo caso debemos agradecer la apuesta que han realizado por el Giro, por el ciclismo. Porque de TVE, mejor ni hablar: que no puedan o quieran pujar por los derechos de la carrera, es comprensible, es su negocio; pero que se olviden del ciclismo en los telediarios del fin de semana vista la situación de carrera para promocionar exclusivamente ‘su’ motociclismo es inaceptable. O mejor dicho es la prueba evidente de que los medios televisivos ya no son informativos sino que se dedican, en cualquier momento y espacio, a vender sus productos. Pero ese es otro tema.

martes, 11 de mayo de 2010

PIES DE BARRO


Recuerdo que durante muchos años se consideró que el exitoso baloncesto español de los años ochenta era un gigante con los pies de barro.Aquellos jugadores que llevaron a la selección española a unos éxitos nunca vistos –medalla de plata en los JJOO de 1984 incluida– surgieron por generación espontánea, ya que la estructura del baloncesto en España no era ni mucho menos idónea. Aquella generación hizo despegar a nuestro baloncesto y su ascensión meteórica sólo es comparable con su caída en desgracia a principios de los noventa –derrota contra Angola en Barcelona 92, también incluida–.Creo que el ciclismo en nuestro país experimenta síntomas similares. El dominio de los ciclistas españoles en casi todos los terrenos y tipos de prueba es brutal. Lideran el ranking UCI, clásicas como la Lieja y San Remo, pruebas de una semana, grandes vueltas, medallas en los mundiales... La clasificación de la pasada Flecha Valona puede servir perfectamente para ilustrar ese dominio: 'Purito' Rodríguez, Contador, Antón y Valverde, entre los ocho primeros (algo impensable hace sólo diez años).

Es sólo un ejemplo y podríamos emplear otros –como el podio hispano de la París-Niza de este año con Contador, Valverde y León Sánchez–, pero lo que realmente me interesa es que reparemos en que la mayoría de los ciclistas españoles que actualmente dominan el calendario mundial tienen una edad considerable: Sastre (35), Mosquera (35), Freire (34), Flecha (33), Samuel Sánchez (32), Xavi Tondo (32), Joaquim Rodríguez (31), Valverde (30)... De los más destacados, Contador, Igor Antón y León Sánchez se encuentran aún en una edad idónea para seguir progresando.Estos ciclistas no aparecieron por generación espontánea sino que surgieron y se formaron a la luz de los éxitos de Miguel Indurain y otros a principios de los noventa. En aquellos años, España contaba con estructuras ciclistas potentes como el ONCE, el Clas, el Banesto, el Kelme... Actualmente, eso no es así, ya que a duras penas contamos con un equipo español en la élite (Euskaltel-Euskadi).El ciclismo, especialmente en España, es un deporte de paradojas y quizás la mayor de ellas es que mientras vivimos nuestros mayores éxitos en la élite, la base se resquebraja y a duras penas sobrevive mendigando subvenciones. La clase media del ciclismo español casi no existe, las carreras de segundo nivel apenas importan y las categorías inferiores viven una auténtica travesía del desierto con un descenso constante en las licencias... Y para más paradojas: la venta de bicicletas sigue creciendo en España y las pruebas cicloturistas congregan más aficionados que nunca. Por lo que deduzco que al sector de la bicicleta lo estan manteniendo los fieles aficcionados los cuales nunca fallan, haya o no doping, carreras, equipos, patrocinios, subvenciones, etc. El que es ciclista muere ciclista y lo lleva en la sangre sobreponiendose a las adversidades que supone el negocio de la competición, porque la bicicleta es mucho más y significa para mucha gente más que las meras competiciones deportivas. VIVA LA BICICLETA!!!

lunes, 26 de abril de 2010

EL CINISMO DEL DOPAJE


El Dopaje en el deporte es una lacra, es cierto. Debe de evitarse a toda costa, sobre todas las cosas por la salud del deportista y secundariamente por que proporciona ventajas en la competición. Según mi opinión, el actual problema del dopaje, es el exceso de profesionalización del deporte, las exigencias actuales de espectáculo, los contratos multimillonarios que genera el deporte-espectáculo y las terribles audiencias televisivas del mismo, que llevan al deportista a exigirse a sí mismo, más de lo que puede dar. Pero en realidad, ese esfuerzo se lo está exigiendo el público. El mismo público que no perdona al deportista un error. En la actualidad, el espectador está exigiendo al atleta que corra con las manos atadas a la espalda... y que no se caiga. El deporte-espectáculo se basa en la visión placentera del sufrimiento del hombre, reconozcámoslo. Y el atleta, presionado por patrocinadores, jaleado por aficionados ...que no perdonan un error, ...que no ven más que la victoria o la derrota, ...que no aceptan sino épica pura ante sus ojos, es muy fácil que caiga en la tentación de complacerles/complacernos ...siempre, pueda o no pueda. Y es en estos casos cuando a veces comete errores y hace trampas. Ahora recuerdo que a principios de siglo los deportistas competían sin entrenar. Entrenar estaba mal visto ya que proporcionaba claras ventajas hacia sus rivales. Los corredores entrenados o se les tildaba de tramposos, así de claro, o se les consideraba profesionales y no se les dejaba competir en unos Juegos Olímpicos, por ejemplo, porque "ensuciaban el espíritu olímpico". El espectador veía deporte y veía espectáculo, y quería épica y leyenda... y los deportistas sufrían. Hoy, afortunadamente, se ha superado este trance, y de que manera. Tanto que se ha desbordado el asunto. Los atletas entrenan para competir, y entrenan y entrenan y entrenan... Tanto es así que el que no entrena hasta el límite no vale. Claro, prepararse de otra manera diferente es considerado trampa. Volvemos a las mismas que hace 80 años pero a un nivel superior, y por tanto más peligroso aún, porque cuando esto se supere algún día (ya salió Samaranch queriendo reducir la "Lista"), el aficionado querrá seguir viendo espectáculo, sangre, épica y gloria. Solo que entonces el deportista ya no será deportista porque el deporte ya no será deporte. Será un circo... y no estamos lejos ni desencaminados. El tema actual del dopaje en el deporte es puro cinismo. Si me permiten una licencia demagógica, tratamos a los ciclistas de delincuentes y drogadictos como poco, mientras que por ahí nos tapamos los ojos y los oídos frente a autenticas declaraciones de escándalo en boca de ¿atletas? de primera fila, que se enorgullecen de batir el récord de Home-Rounds con la ayuda de anabolizantes porque así son capaces de hacer feliz a mucha gente, ... de paso que se llenan los bolsillos. El deporte de elite, no es sano. La vida del deportista de elite cada vez es más corta y amargada. El deporte de elite no es deporte, es un trabajo, es un escaparate, es una inagotable fuente de épicas y leyendas, es una tragicomedia global. El profesional del deporte se relaja cuando se retira, disfruta de la vida. Vive. El deportista de elite no es dueño de sí mismo. Pertenece a las audiencias... Afortunadamente, existen las categorías inferiores. Las categorías no profesionales, donde la épica se gesta en el seno de la familia, porque los espectadores son la familia. Afortunadamente, existe el deportista popular, el deportista que llega a la maratón con sus 65 años, y que pasa de los 70 sin achaques gracias al deporte. El deporte es anónimo. El deporte de elite no es anónimo. El deporte de elite no es deporte. Si, el dopaje es malo. Los deportistas que se dopan, ya sean porque se exigen mucho y no aguantan, o porque quieren ganar a toda costa, o porque, atención, se encuentran en inferioridad de condiciones (a que extremos hemos llegado), comienzan con sus achaques a los 40 o 50 o antes en algunos casos. Los achaques puede que no estén directamente ocasionados por los productos dopantes, es más, muchos de ellos tienen pocos efectos secundarios y son consumidos habitualmente por cualquier persona "de a pie" Lo que ocurre es que muchas de estas sustancias mantienen al atleta en un estado de euforia deportiva, de máximo rendimiento, de motor sobrealimentado, de embriaguez absoluta. Así es capaz de mantenerse mucho tiempo muy cerca o por encima de sus limitaciones naturales. Este desmesurado desgaste es el que causa los achaques a edades tempranas. Por otro lado no puede obviarse el extraordinario estress metabólico y fisiológico al que se ve sometido el atleta durante sus entrenamientos y competiciones. Solución: vitaminas, reconstituyentes, dietas al milímetro, preparados alimenticios dignos de Star Trek , masajes y supermasajes, ... , infusiones, cafes, analgesicos y calmantes, ... , las polémicas infiltraciones, ... . Y llega un momento en el que no se sabe cuando se atraviesa la finísima línea que separa el no-doping del doping. Dónde termima el cuidado del cuerpo y dónde comienza el "cuidado del cuerpo". ¿Hasta dónde es honesto llevar el límite de la forma?. ¿Pero por qué se dopan?. Porque yo, espectador, quiero sangre. No me conformo con una carrera. Quiero que lleguen todos extenuados, echando el hígado, cojos, aunque sea infiltrados, pero que lleguen. El cinismo del dopaje. Así que, ¿qué es dopaje?. En realidad no lo sabe nadie exactamente, pero todo el mundo sospecha algo, todos saben por donde van los tiros, y así nos va. Así que frente a las dudas, se hace una lista dinámica de productos, una por país, una por federación, una por organización, donde se añaden y se sacan los productos según avanza la ciencia y la sociedad. El problema, esta es la clave, es que las arbitrarias listas de sustancias prohibidas no se atienen a la realidad del deporte espectáculo. Por un lado se exige todo a una persona que se sacrifica por el espectáculo, se la exprime hasta que NOS haga llorar, por el otro lado no se la da de comer (gimnastas) no se la deja descansar (pruebas por etapas). Los atletas de elite son remeros en galeras. Este cinismo es el que no deja a un deportista que se cure un resfriado como debe. Y si se le cura y por casualidad da positivo, encima le fustigamos. El espectador no perdona errores: los atletas no pueden constiparse. Afortunadamente, se vislumbran visos de mejoría respecto a este tema en concreto. La salud del deportista está por encima de todo, mal nos pese al espectador, y el seguimiento médico está por encima del control antidopaje. Sobre la presunción de inocencia del deportista, claramente no existe (me remito al caso Pantani, aunque personalmente, analizando fríamente y sin prejuicios la situación, tengo mis dudas. Compruebo que hasta a mí me alcanza la polémica). Si puede haberse dopado, entonces es que se ha dopado, dice el espectador. Y la opinión pública mancilla para siempre la carrera deportiva de un profesional. El deportista tiene prohibido equivocarse. Los medios de comunicación deportivos, no hacen más que alimentar esta polémica. La polémica vende, y nosotros caemos en ella como corderitos. Y el deportista acusado, a sufrir. El deportista es humano y a veces se equivoca, pero sus errores se pagan en los periódicos con la cadena perpetua. Con todo esto, no estoy para nada a favor del dopaje. Estoy totalmente en contra. Pero estoy en contra de las listas arbitrarias de productos ilegales, y por encima de todo a favor del deportista. Del deportista como persona humana. Persona como cualquiera. Casos históricos como Ben Johnson no tiene justificación, ni pueden ni deben repetirse. Un deportista de elite es una persona pública, el espejo en el que nos miramos y se reflejan nuestros sueños, y en el fondo el hombre es un animal de costumbres y que imita todo lo que ve y le gusta. Pero incluso aquí nos hemos pasado. Ben Johnson ya ha pagado. Se le mancillo, se le desposeyó de todo, incluso del prestigio y el honor. Fue crucificado socialmente repetidas veces ("Vete de las Pistas" fue la portada del Diario Marca al día siguiente de conocerse el positivo del atleta en Seúl, después de haberle subido a los cielos del atletismo el día antes. Y aún no se le ha dado, que yo sepa su derecho de réplica y defensa en estos mismos medios que le repudian). Fue el cabeza de turco de los esteroides anabolizantes. Un castigo ejemplar. Y es que no tenemos término medio. O elevamos a los deportistas hasta el olimpo, o nos les cargamos con todo el equipo si fallan. El doping MATA. Así de claro. Este es el precio de la gloria. Por eso se prohiben sustancias que son "venenosas", pero claro, falta muchísima información al respecto tanto en el aficionado como en el propio deportista. Opino que se debe de prohibir el dopaje, perseguirlo y castigarlo. Pero castigarlo en su justa medida, sin exageración, y escuchando las alegaciones del deportista. Considerarlo una trampa y punto. Pero nunca debiera de salir de los cauces deportivos. Otra cosa muy distinta es el tráfico de sustancias prohibidas. Esto sí que es delito. Doparse no es delito. Además, existen sustancias muy peligrosas, que aumentan el rendimiento, pero que estando prohibidas, aún no pueden detectarse (me acuerdo ahora del PFC). Insisto con esto, sobre el verdadero significado de la palabra Doping. No podemos reducirlo simplemente a unas listas de sustancias que no pueden ni olerse. Por la propia naturaleza de las sustancias, el actual desarrollo de los métodos de análisis, la investigación de vanguardia en laboratorios farmaceuticos, y los nuevos avances que se producen en bioquímica, biología molecular y genética, es imposible atajar este problema de raíz, actuando sobre los resultados-productos. Dice el refrán que hecha la ley, hecha la trampa, y los controles van muy por detrás de las nuevas sustancias, que por supuesto no existen, ya que no están catalogadas ( y mucho menos testadas según protocolos médicos en humanos, que se sepa). No seamos ingenuos. Para muestra, de la arbitrariedad de la etimología del Doping, un botón: (Se abre el debate). Sobre el hematocrito alto, que según sabían nuestros abuelos, puede conseguir con un entrenamiento adecuado en altura de 3 semanas, con los mismos resultados que una terapia con Epo, pero más barato, ¿Es esto éticamente correcto deportivamente hablando?. Si prohibimos la Epo, que por otro lado aún es indetectable ( que salva fulminantemente las vidas de los anémicos enfermos con insuficiencia renal crónica), ¿debemos de prohibir el entrenamiento en altura? (Y así todos los deportistas de La Paz nunca jamás serán admitidos en el mundo de los deportistas profesionales). También vale el asunto para las permanencias en cámaras hipobáricas ¿Es esto "ilegal" o solo "inmoral"? Lo único cierto es que es muy caro y sólo está al alcance de unos pocos. ¿Y las autotransfusiones de sangre, si efectivamente sirven para algo?. Lo realmente peligroso del hematocrito alto (>50-55%) es el riesgo de embolias en capilares de tamaño medio, durante el descanso y sueño (cuando bajan las pulsaciones y la presión arterial), así como el esfuerzo extra que se le exige al sistema cardiovascular para impulsar por sus arterias y venas un fluido de consistencia más gelatinosa. Pero todas las personas son distintas, y los efectos no son iguales para todos; Les hay mejor dotados, les hay que se adaptan a un flujo más viscoso, otros se defienden con el 30% toda su vida, rozando la anemia y nunca se quejan... digo con esto que faltan estudios y sobran opiniones, y que el 50% (que número más redondo y mas bonito, como aprobado o suspendido, como medio lleno o medio vacío) no significa nada más que un "porcentaje de seguridad" totalmente arbitrario pues algún número había que tomar como referencia. Y se tomó esa cifra basándose en estudios epidemiológicos de distribución de hematocrito en la población "normal"... que no se yo que se adapte a la escogida, especial y distinguida población, estadísticamente hablando, "deportista-de-elite" (habrá que mirar si los deportistas de elite lo son, entre otras muchas razones, porque se salen de la medía en este aspecto. Algo de esto habrá, o de otras cosas. Lo que es seguro, es que son diferentes a mi persona, que por mucho que yo me cuide y me entrene...). Y lo peor es que este número se escogió bajo presión y con el beneplácito de la crucificada población elite, como una solución rápida a un problema eterno, como una fuga hacia adelante. Y los deportistas, entonces, aliviados y tranquilos. Pero la estadística no suele ir con ellos. Y si se pasan por algún motivo, entonces la opinión pública no tiene pelos en la lengua, ni piedad: O se dopa o no se dopa. O blanco o negro. O aprobado o suspendido. Deporte espectáculo, esta íntimamente unido a la ayuda externa, estoy de acuerdo. Esto es así, y es fruto de una larga historia de búsqueda de éxito, fama, dinero y épica. Hoy más que nunca. Pero no estoy de acuerdo en que esto tenga que continuar así. Y ya me he referido antes hacia donde creo que nos dirigimos si continuamos en este sentido. Por otro lado, la ciencia del deporte, es eso; una ciencia experimental en constante desarrollo y en plena ebullición cuyo fin último es la búsqueda infatigable del máximo rendimiento humano. Y como tal ciencia no va a parar. Esto es bueno pero; ¿Justifica el fin los médios?. ¿Son aplicables todos los nuevos avances al ser humano sólo para satisfacer al espectador? Los nuevos métodos de entrenamiento, las nuevas dietas, hace años estarían vistas con recelos. Hoy son el pan nuestro de cada día. La base del deporte de elite y del deporte base. El deporte de elite no es deporte. Es espectáculo. Y según están las cosas hoy día parece que lo que más sencillo es decir aquello de "El espectáculo debe continuar". ¿Cuál va ha ser el futuro deporte en el que vamos a educar a nuestros niños? ¿Querremos realmente que nuestros hijos lleguen a ser deportistas famosos si el deporte de elite es ya como una "pasarela de moda"?.

CAMINOS CRUZADOS



Terminó la Lieja-Bastogne-Lieja. Terminó la primavera de las clásicas. Terminó la rueda de prensa y el ganador, el rehabilitado Alexander Vinokúrov, dejó, dicen los que allí estaban, escapar un suspiro de alivio que sonó más fuerte que su grito de alegría al cruzar en solitario la meta en lo alto de Ans por segunda vez en su vida.
Del doloroso trance -la primera comparecencia ante la escéptica prensa internacional después de su regreso en agosto pasado a la competición tras cumplir dos años de sanción por una transfusión de sangre en el Tour 2007- salió Vinokúrov, de 36 años, con varios posibles titulares, todos un canto a las segundas oportunidades, a la vida limpia, al deseo de revancha como fuerza íntima que complementa el trabajo y el talento: "Quiero demostrar que se puede ganar sin dopaje", "Esto ha sido una hermosa revancha", "No, aunque sigo yendo a entrenarme al Teide no sigo con el doctor Ferrari", "Condeno el dopaje, por supuesto", "He cumplido un sueño en Lieja, ahora, en el Tour, lo daré todo por Alberto, después, seguramente me retire"...
Ajenos a sus sudores fríos, a su regreso al pasado, Alberto Contador, compañero de Vinokúrov en el Astana y ayer gregario de lujo -una contra del chico de Pinto en la Roche aux Faucons para frenar a Andy Schleck y a Gilbert reventó al grupo: fue el caldo de cultivo para el posterior ataque de Vinokúrov y Kolobnev que sembró la zozobra definitiva entre los demás-, y Alejandro Valverde -en el día de su 30º cumpleaños, ayer, y tras superar una caída en la que se magulló todo el costado derecho, una vez más fue de los mejores: terminó tercero tras sufrir la inacción de Evans y Gilbert, sus compañeros de trío, en persecución de Vino y Kolobnev-, dos campeones que vieron sus rutas cruzarse en las colinas de las Ardenas, pensaban ya en el día siguiente. En las vacaciones y en la condena a seguir trabajando, respectivamente.
"Ahora, a descansar", dijo Contador, cansado y "contento" de su primer serio asalto a las clásicas -tercero el miércoles en la Flecha, décimo ayer en Ans pese al sacrificio- y sabiendo que no volverá a ponerse un dorsal hasta dentro de 41 días, hasta el 6 de junio en que comience la Dauphiné Libéré. "Me iré de vacaciones", dijo Contador, "pero también aprovecharé para recorrer las etapas más importantes del Tour. Hablaba de los Pirineos, de los Alpes y, también, del pavés, de los tramos de la París-Roubaix que entrarán en el Tour y que descubrirá mañana con el mismo modelo de bicicleta con el que Cancellara los convierte en autopista. "Pero con otras piernas", dice Contador, que considera "acertadísimo" un cambio de calendario que le depositará en el Tour con apenas 31 días de competición, para alcanzar la tercera semana, la decisiva, como el año pasado, fresco como una lechuga.
De ellos, ya ha cumplido 22 desde febrero. En ellos ha ganado tres vueltas, dos etapas, un podio y un top ten en una gran clásica.
Los 31 días con los que llegará el chico de Pinto al Tour los ha sudado ya Valverde, que no sabe si correrá la grande boucle y que corre, disputa y gana todo lo que puede en una suerte de estajanovismo acelerado, ciclista en el corredor de la muerte, a la espera de que la Unión Ciclista Internacional (UCI), avalada por un laudo del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), extienda a todo el orbe la sanción de dos años que le impuso el CONI para correr en Italia por sus tratos con Eufemiano Fuentes, el mago de la Operación Puerto, en sus tiempos del Kelme, hace ya seis años.
Mientras la misma intolerancia que crucificó a Vinokúrov tras su victoria considera un escarnio que el murciano siga corriendo, y encima a gran nivel, los aficionados con corazón y, evidentemente, los dirigentes de su equipo, que consideran su caso la "mayor injusticia" que conocen, se admiran de la gran capacidad mental de Valverde para seguir corriendo como si nada. "Pese a la injusticia, ahí está, peleando en todas las carreras para ganar", dice su director, Eusebio Unzue. "Ahora se ha ido en coche a Suiza, para correr de martes a domingo la Vuelta a Romandía. Y así mientras pueda". En los 31 días de competición de un curso iniciado en enero en Australia, Valverde ha ganado tres carreras, ha quedado segundo en nueve y tercero en cinco: más de la mitad del año en el podio.