miércoles, 30 de marzo de 2011

RODAJAS DE PAN BIMBO


Seguro que, más de una vez, has escuchado la frase, "eres mas inútil que la primera loncha de pan bimbo", y lo más seguro que haya un grupo en facebook que debe decir: yo también creo que deberian quitar la primera lonches de pan bimbo.

Incluso, algún director o corredor "estrella" le dijo a otro esta frase, cuando ve que en las clasificaciones no sale, ya que ha abandonado o ha llegado fuera de control, son aquellas personas, muuuy entendidas en ciclismo, que mirando la clasificación valoran la calidad de sus "rodajas"
Esta primera rodaja, es aquella que hace que la segunda rodaja esté fresca, blanda y siempre a punto para ser comida, es aquella rodaja que recibes los golpes, cuando tiramos la bolsa del bimbo dentro del armario, es aquella, que muchas veces, se rompe y la sacamos a trozos ...
Quizás, no es la más valorada, incluso, creen que para lo único que sirve es para tirar el dinero, ya que siempre la acabamos tirando.

Yo estoy a favor de la primera rodaja del bimbo, ya que sino existiera, siempre la primera rodaja, que se va endureciendo y la vamos apartando, para coger la segunda, esta segunda rodaja sería quien haría la función de recibir los golpes e ir a endureciendo,
Que pena no?, una rodaja blanda y fresca convertirla en una de esas primeras rodajas duras.
Una lastima.

Hay corredores que son estas primeras rodajas, quizás los más profanos, no los valoran, pero los que ven las carreras desde dentro, o los que la ven desde fuera, con ojos como los desde dentro, sí que la valoran, es más, muchas de estas segundas rodajas que ganan las carreras, lo primero que hacen al cruzar la meta, no es abrazar a la tercera rodaja que también es de las frescas, sino que miran al final del paquete, para ver si ha llegado esa primera rodaja, fundida, apaleada, desgastada y seguramente, perdiendo tiempo, pero que si tiene un poco de fuerza, levanta un brazo celebrando la victoria de segunda rodaja, y pensando que todos los golpes recibidos dentro del "armario" han valido la pena.

En un paquete de bimbo, perdón, en un equipo, hay veces que nadie quiere ser la dura, magullada y primera rodaja, todo el mundo se cree con derecho de ser aquella segunda rodaja, pero por ser esta segunda rodaja primero ha de haber alguien que sea: " primera rodaja", y no es necesario ni que decir tiene, una mirada, para saber si la segunda rodaja no va fresca, la primera rodaja ya sabe lo que hay que hacer.

En el peloton, es muy difícil encontrar primeras rodajas con oficio, la mayoría de las primeras rodajas lo son por accidente o las ponen por obligación y van a desgana, y lo que acaba pasando es que se rompen antes de tiempo, haciendo que la segunda rodaja no sea fresca en el momento oportuno.

Los que consiguen que haya buenas primeras rodajas, con ganas de serlo, precisamente son las segundas rodajas, por que saben que algún día alguien cerrará mal la bolsa y por accidente se colocará en primera fila, y entonces serán la mejor primera rodaja que nunca haya tenido esa bolsa de pan bimbo, y defendera los golpes de aquella dura primera rodaja.


No os ha pasado nunca que llegas de entrenar, muertos de hambre, abres el armario y lo único que hay es la bolsa de pan bimbo con la seca primera rodaja, ese día, sin darte cuenta, la primera rodaja, es la mejor y mas tierna que ha habido dentro del armario ... Hay un día que es la mejor y llega primero

martes, 29 de marzo de 2011

EL PEQUEÑO CORREDOR


A todos los que quisieron ser ciclistas.

A SU EDAD, muchos alevines de ciclista dejaban de estudiar. Por las mañanas entrenaban intensamente; por las tardes paseaban —presumían— con el chándal del equipo y las bicicletas último modelo:
—El sábado en la carrera hice un quinto —decían—; si llego a ponerme a rebufo en el sprint, otro gallo cantaría…
El Pequeño Corredor no tenía equipo porque nadie se había fijado en él; no tenía chándal con el que presumir, ni bicicleta último modelo, ni mucho menos quintos puestos en competición. Él era regordete y tristón, voluntarioso y humilde, obediente y autodidacta, y, de entre todos los futuros posibles, a sus trece años sólo aspiraba a ciclista profesional.
El Pequeño Corredor entrenaba en solitario. Se ponía los culottes y el maillot; se abrochaba el casco y las zapatillas y se lanzaba durante horas a la libertad de la carretera.
—¡Ya va a entrenar El Pequeño Corredor! —sonreían al verle con su estrafalaria vestimenta.
El Pequeño Corredor difería mucho de sus colegas de competición: en invierno salía de casa a las tres de la tarde, o a las cuatro, para no ser atropellado en la oscuridad; la temporada de sol a las siete, o a las ocho, para no caerse redondo de un golpe de calor.
Su preparación -aunque constante- no era seguida por un entrenador: él escalaba o llaneaba, o las dos cosas, y cuando se cansaba, regresaba. Su dieta no tenía las proteínas calculadas: con los guisotes de su madre le bastaba para ir tirando, y los fines de semana, antes o después de las carreras, se reconstituía con un bocadillo de jamón supervitaminado.
El Pequeño Corredor era más miedoso que sus compañeros, y, llegado el momento, no se atrevía a pillar el rebufo de los camiones cuando, enfilando a sesenta por hora la nacional, los ciclistas a los que acompañaba se agarraban al parachoques del camión. Sus caídas no eran heroicas y espectaculares, producidas —así lo narraban sus amigos— a punto de ganar un sprint final, sino torpes y ridículas, normalmente por culpa de un perro atravesado, o por el retrovisor de un coche estacionado, o en el portal del edificio y ante todo el vecindario por no haber sacado a tiempo la zapatilla del pedal.
Al contrario de lo que pensaba, su bicicleta no era de las mejores del entorno: un compañero resabiado le mostró que pesaba como el plomo, que tenía las pegatinas falsas y un cambio de marchas del año de Matusalén, y que montaba piezas de segunda mano que le habían colado de extranjis aprovechando su ingenuidad. Pero esta revelación no importó en absoluto al Pequeño Corredor, que continuó limpiando la máquina cada semana, engrasándola y sacándole brillo con mayor esmero que los mecánicos del mismo Induráin.

Y llegó la temporada de las carreras… El Pequeño Corredor aún no había ganado una competición o, para ser más exactos, no había cruzado la llegada subido a la bicicleta. Una vez iba bien situado, pero comenzó a perder puestos por ayudar a otros corredores empujándoles del sillín. A mitad de la subida —porque la cuesta era larga e inclinada como la duna de un desierto— no podía más; empezó a hacer eses como un borracho y cuando iba el último tuvo que abandonar la carrera.
Las competiciones tenían lugar en circuitos cortos, a los que los ciclistas daban vueltas obsesivamente, como en un Scalextric, más rápido según se acercaban al final. La carretera siempre era estrecha, con gravilla suelta, muchas curvas y más socavones que un campo de batalla; normalmente serpenteaba entre acequias, con el peligro de darse, cuando menos, un buen remojón. De todos modos aquello no tenía importancia para El Pequeño Corredor, que cada lunes esperaba con ansia la llegada de la carrera. A él le gustaba salir en los últimos puestos por aquello del “espacio vital”, y porque se agobiaba en el enjambre de manillares, pero, sobre todo, por miedo de derribar con el codo a otro ciclista en el seno del pelotón.
—¡En sus puestos!... ¡Listos!... ¡Ya!
Los primeros momentos eran pura tensión, con palabrotas e insultos, con caídas y latigazos. Los de cabeza pegaban tirones a la salida de las curvas. Los últimos, como él, eran quienes más los sentían. Al ir con el gancho tardaban poco en descolgarse. «¡Coge rueda, coge rueda!», le gritaban, medio histéricos y con la lengua fuera, sabiendo lo difícil que era reenganchar tras un corte. El Pequeño Corredor pedaleaba con todas sus fuerzas. La brecha, pese a todo, comenzaba a abrirse. Entonces se achicaba como si pesasen sobre él todas las miradas del mundo; aguantaba tres, cuatro, o, a lo sumo, cinco tirones y enseguida perdía contacto con el pelotón. Ya en solitario intentaba alcanzar la cola del paquete, viendo cómo ésta se distanciaba como quien ve escapársele el tren.
Aun así, él no se rendía de buenas a primeras: hundía la cabeza entre los hombros, apretaba los dientes e imprimía más potencia a los pedales, pero al poco sentía las piernas desfallecidas. La cola del grupo ya ni se veía. El dorsal suelto a su espalda —aún no había aprendido a ponerse bien los imperdibles— ondeaba como la bandera del completo fracaso. Dos kilómetros más adelante estaba desfondado y a punto de ser doblado por el pelotón, que se acercaba zumbando como una locomotora. El Pequeño Corredor miró al árbitro; éste tenía el brazo levantado y acababa de soplar su silbato. ¡Estaba eliminado!
Cabizbajo, avergonzado, El Pequeño Corredor subía al coche-escoba. Le temblaban las piernas y le brillaban los ojos. Los conductores, voluntarios de la Cruz Roja que acudían a todas las competiciones, le conocían de tanto verle.
—¡No te preocupes, hombre! —decían—. ¡Verás como a la próxima ganas!
Y a la semana siguiente, El Pequeño Corredor volvía a ser el primero en quedar descalificado y en subir al coche-escoba.

lunes, 21 de marzo de 2011

LORCA TODA UNA CLASICA DE LAS ARDENAS MURCIANAS


Este fin de semana el circo de la interclub de Cartagena se traslada para correr en Lorca, circuito complicado muy pestoso y dura subida al castillo. A las 6:30h me suena el despertador para comenzar el desayuno tan fundamental en estas horas antes a la competición, seguidamente comienzo con mis estiramientos colocación de dorsal y ya para finalizar masaje previo todo un ritual antes de marchar para Lorca. Quedaba con un compañero a las 8:15 ya que yo no conocía donde era la salida. Llegamos y nos disponemos a firmar y ya empezamos el ritual de preparación previa a la carrera, revisión bici, agua y a calentar que la jornada se presentaba durísima. Me comentan que hay un repecho durísimo en el circuito de la carrera el cual vamos a pasar 5 veces por allí y como tengo tiempo me dispongo a reconocerlo, es bastante duro y 5 veces de subirlo se iban a pegar en las piernas. La carrera empieza nerviosa comienzo muy atrás mal colocado y si a eso añadimos que la carretera era complicada para avanzar puestos, se presentaba la mañana entretenida porque en esta carrera viendo el circuito era fundamental la colocación. Pues bueno ya en la segunda y tercera vuelta me voy colocando en mitad del paquete aunque cuando subimos el repecho de la jornada intento subirme a cabeza de paquete para ver al personal como anda, es en la ultima vuelta de circuito cuando se produce una caída que me pilla y me obliga a poner pie a tierra rápidamente nos integramos en el paquete sin consecuencias. Durante toda la carrera y ya casi de inicio andan en fuga unos cuantos corredores entre ellos David Romero gente buena, que esta muy apunto de llegar ya que los pillamos al entrar al castillo menos a David Romero que al entrar en la subida pega un arreon que seria el que le daría la victoria. En mi andadura por el paquete procuro subirme a los primeros puestos del paquete para entrar colocado en la subida, la cual desconocía su dureza, al entrar se produce una caída que corta a mitad del paquete menos mal que la salvo con suerte y consigo contactar con cabeza de carrera donde Jose David Gómez y Francisco Serrano incrementan el ritmo para intentar sacar tiempo al líder al que un estacazo tremendo del Gómez a un Km. de meta hace que a muchos nos saque de punto incluido el líder de la general que tan solo pierde 7 segundos, yo ya totalmente jodido llego a meta a 22 segundos del ganador en una jornada en la que mi mayor victoria ha sido el no caerme visto lo visto!! Por lo demás en lo que respecta a mis sensaciones bastante buenas en todo momento ya en el alto del castillo podría haber mejorado la subida pero todavía no estamos a esos niveles de momento. No he tenido el tiempo suficiente para preparar las subidas a esos niveles, ya que solo nos estamos dedicando a ir a las carreras solo para aprender a ir en el paquete y a coger el punto de competición que me falta después de tantos años sin correr a ese nivel. Ya habrá tiempo de ir a jugar unos raticos a Sierra Espuña haciendo como yo los llamo juegos de subida de 4h, entonces ya la cosa cambiara bastante pero de momento ni mi trabajo, ni las carreras solamente llanas nos permiten entrenar la subida, solo en dos carreras, poca cosa pero bueno lo importante este año es aprender a saber estar en carrera lo demás ya es segundario y vendrá con el tiempo.Nos vemos ciclistas ya la siguiente para mi será en Pozo Estrecho ya que por estar ocupadas todas las plazas no puedo correr la vuelta a Murcia master en fin otro año será!!!.
Por otro lado ya fuera de la inteclub y hablando de ciclismo en general, quiero hacer una critica desde aqui a la televisión Española por no retrasmitir toda una clasica ciclista del nivel de la milan san remo y en su puesto dar un partido de tenis en diferido!!! tremendo asi vamos a levantar la aficción por el ciclismo LAMENTABLE!! en fin es lo que tiene ser un deporte minoritario, maltratado y mal visto por todo el mundo!! espero que esto alguna vez en la vida cambie para bien!!.

lunes, 14 de marzo de 2011

DE VUELTA AL RUEDO


Otra semana mas estamos de vuelta a la carretera después del paron la semana pasada por culpa de la vuelta a Murcia, este fin de semana continuaba el show de la inter club del campo de Cartagena, este finde doblábamos carrera y el circo se desplazo a la palma. Yo después de una semana sin tocar la carretera por culpa de las inclemencias meteorológicas me planteaba si ir a correr a la palma, o solo correr en roldan el domingo y las amenazantes nubes momentos previos a la carrera y la opinión experta de mi padre que anteriormente fue cocinero antes que fraile hicieron que no me vistiera de corto y me decantara por correr el domingo en Roldán. Por lo visto acerté viendo lo acontecido en la Palma!! Espero una pronta recuperación a todos los implicados en la gran caída que hubo. Por mi parte el domingo me desplazo a Roldan pueblo adoptivo laboralmente hablando pues la meta estaba justo situada enfrente de donde trabajo y aproximadamente a escasos 7 kilómetros de mi pueblo Los Martínez del Puerto.Dia perfecto, con un buen circuito. Mis sensaciones no eran buenas ya en los momentos del calentamiento normal y evidente después de no tocar la carretera en una semana y pico debido al mal tiempo eso si el rodillo lo he quemado jeje y mas gustándome tanto como me gusta, no hay nada como un buen entrenamiento de rodillo. Por otro lado conociéndome como me conozco se que después de entrenar con el rodillo las piernas de cara a la carretera se quedan dormidas y solo es necesario una buen apretón para tirar toda la carbonilla y ponerlas de nuevo a tono. Pues así fue yo lo sabia y no me puse nervioso porque el trabajo de entrenamiento esta siendo bueno, fue en la segunda vuelta de cara a la tercera cuando las piernas notaron la mejoría y la fuerza requerida, solo me limite a hacer la carrera lo mejor que pude y seguir aprendiendo, por cierto destacar que la carrera a partir de la segunda vuelta se puso loca y se incremento muchísimo el ritmo debido a que según informaron el líder de la misma había pinchado y por lo tanto determinados equipos se pusieron manos a la obra para intentar que no cazara y así fue perdiendo este el liderato. Luego en meta la gente debatía que si la actuación fue la correcta o tal vez habría que haber esperado al líder. Debates a parte el ciclismo y las carreras son así hoy estas arriba y lo ganas todo y por un error extradeportivo el día menos esperado y en la carrera menos peligrosa puede volverse todo en tu contra y perderlo todo en un pis pas. Por lo demás carrera llana sin más sobresaltos que el mencionado anteriormente con llegada masiva al esprint que gano el mítico Jose David Gomez ya se la estaba mereciendo. El domingo el circo se traslada a Lorca donde se disputa una de las carreras mas duras de toda la interclub donde de nuevo aparece la montaña. Allí estaremos siguiendo aprendiendo de todos estos fenómenos que son los ciclistas que participan en esta inter club 2011. Saludos ciclistas nos vemos en la carretera.

miércoles, 2 de marzo de 2011

EN FORMA


Es una de las máximas de los ciclistas de competición.Pues si, no se gana o se hacen las mejores carreras, cuando se esta en plena forma.
Es una cosa difícil de entender pero es así.Cuando uno esta en plena forma,cuando se tienen esas sensaciones de poder con todo,de que te pueden arrancar tantas veces quieran que tu vas a responder.Cuando ves que todos en el pelotón van muy cansados o se va muy despacio y ves que la gente sufre.....esas son las carreras que peor resultado se suelen sacar (a veces).Sueles salir con la seguridad de que puedes esperarte hasta el final para entrar en el corte bueno,que nadie te va a dejar atrás......en fin,que puedes con todo.Por eso suelen salir con peor resultado ya que corres sin pensar y con la seguridad de que estas como nunca y por eso no tiras de cabeza.
En cambio cuando se esta a punto de coger el punto bueno de forma es cuando se presentan las mejores carreras y los mejores puestos.Se tira de cabeza y de ingenio para afrontar las debilidades que puedas tener en esos momentos y se corre con mas humildad.
Hay que correr con humildad y no pensar nunca que eres mas que lo demás ya que toda prepotencia se suele pagar tarde o temprano.Y como digo en el titulo no siempre se obtienen los mejores resultados cuando se esta en forma.