martes, 11 de mayo de 2010

PIES DE BARRO


Recuerdo que durante muchos años se consideró que el exitoso baloncesto español de los años ochenta era un gigante con los pies de barro.Aquellos jugadores que llevaron a la selección española a unos éxitos nunca vistos –medalla de plata en los JJOO de 1984 incluida– surgieron por generación espontánea, ya que la estructura del baloncesto en España no era ni mucho menos idónea. Aquella generación hizo despegar a nuestro baloncesto y su ascensión meteórica sólo es comparable con su caída en desgracia a principios de los noventa –derrota contra Angola en Barcelona 92, también incluida–.Creo que el ciclismo en nuestro país experimenta síntomas similares. El dominio de los ciclistas españoles en casi todos los terrenos y tipos de prueba es brutal. Lideran el ranking UCI, clásicas como la Lieja y San Remo, pruebas de una semana, grandes vueltas, medallas en los mundiales... La clasificación de la pasada Flecha Valona puede servir perfectamente para ilustrar ese dominio: 'Purito' Rodríguez, Contador, Antón y Valverde, entre los ocho primeros (algo impensable hace sólo diez años).

Es sólo un ejemplo y podríamos emplear otros –como el podio hispano de la París-Niza de este año con Contador, Valverde y León Sánchez–, pero lo que realmente me interesa es que reparemos en que la mayoría de los ciclistas españoles que actualmente dominan el calendario mundial tienen una edad considerable: Sastre (35), Mosquera (35), Freire (34), Flecha (33), Samuel Sánchez (32), Xavi Tondo (32), Joaquim Rodríguez (31), Valverde (30)... De los más destacados, Contador, Igor Antón y León Sánchez se encuentran aún en una edad idónea para seguir progresando.Estos ciclistas no aparecieron por generación espontánea sino que surgieron y se formaron a la luz de los éxitos de Miguel Indurain y otros a principios de los noventa. En aquellos años, España contaba con estructuras ciclistas potentes como el ONCE, el Clas, el Banesto, el Kelme... Actualmente, eso no es así, ya que a duras penas contamos con un equipo español en la élite (Euskaltel-Euskadi).El ciclismo, especialmente en España, es un deporte de paradojas y quizás la mayor de ellas es que mientras vivimos nuestros mayores éxitos en la élite, la base se resquebraja y a duras penas sobrevive mendigando subvenciones. La clase media del ciclismo español casi no existe, las carreras de segundo nivel apenas importan y las categorías inferiores viven una auténtica travesía del desierto con un descenso constante en las licencias... Y para más paradojas: la venta de bicicletas sigue creciendo en España y las pruebas cicloturistas congregan más aficionados que nunca. Por lo que deduzco que al sector de la bicicleta lo estan manteniendo los fieles aficcionados los cuales nunca fallan, haya o no doping, carreras, equipos, patrocinios, subvenciones, etc. El que es ciclista muere ciclista y lo lleva en la sangre sobreponiendose a las adversidades que supone el negocio de la competición, porque la bicicleta es mucho más y significa para mucha gente más que las meras competiciones deportivas. VIVA LA BICICLETA!!!

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