miércoles, 20 de julio de 2011

ACTITUD


El domingo mientras disfrutaba del tour vi la caida de Laurens Ten Dam. Este buen hombre se dio un piñazo de categoría en la etapa del Tour que terminaba en el Plateau de Beille. Ten Dam se cayó y dio una voltereta bajando el col de Agnes, su cara acabó en el asfalto. Inicialmente pensaron que tenía la nariz rota, pero insistió en seguir en carrera; le aplicaron un vendaje, se subió a la bici y cumplió con los 168 kilómetros; terminó a 26 minutos del ganador. Otra historia de superacion y de actitud que quiero destacar es la del primer costarricense de la historia que está corriendo el Tour de Francia. Se llama Andrey Amador, y el primer día de carrera se vio involucrado en una caída en la que literalmente le trituraron el tobillo izquierdo. Le diagnosticaron en el momento un esguince de grado 2 (usted o yo estaríamos un mes vendados e inmovilizados por eso), y desde entonces lleva 16 días pasándolas muy canutas para llegar a la meta porque el tobillo es una pieza imprescindible en la transmisión de la fuerza de la pierna a la bicicleta, y si éste está inutilizado todo resulta más complicado. Pero su ilusión es llegar a París y le está poniendo muchos cojones para conseguirlo. Cada día, cada kilómetro, cada esfuerzo es un reto. Aunque como él dice pasa miseria y vergüenza al comprobar que sólo puede subir los puertos de montaña a 6 km/h

Por lógica Ten Dam o Amador deberían estar desde hace tiempo en sus casas restañando sus heridas, pero estos tipos y todos los ciclistas nos dan día tras día lecciones de actitud. Son tipos inasequibles al desaliento, sabedores de que aunque su aptitud (su forma, sus habilidades, sus potencialidades) no sea las mejor, siempre tienen el recurso de la actitud. El vaso siempre está medio lleno, aunque sólo le quede una gota dentro. Saben mejor que nadie buscarse pequeñas metas en cada etapa, en cada kilómetro, en la rampa de cada puerto. Conseguirlas -por nimias que parezcan- retroalimenta su moral, su convicción de que pueden y les convierte en tipos indestructibles.

Probablemente nunca andaremos en bici como Ten Dam, Amador o tantos otros. Jamás tendremos su fuerza de voluntad, ni su capacidad de sufrimiento, con tener una pizca de su actitud sería suficiente, y no solo para hacer deporte sino para la vida misma. ¿No?

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