miércoles, 6 de agosto de 2008

HIPOCRESIA

Un año más los casos de dopaje han acaparado buena parte de la atención mediática del Tour de Francia.Muchos nos preguntamos hasta cuándo durará la vinculación entre ciclismo y dopaje y cuáles son las causas que han llevado a que el nuestro sea el deporte más asociado el fraude deportivo. Está claro que el dopaje está sufriendo un cerco implacable en el ciclismo actual y eso está bien. Lo que no me parece tan bien es que algunos comentaristas aprovechen las circunstancias actuales para dar cera a los ciclistas sin compasión y se presten a exageraciones propias de antiguas cazas de brujas.Recuerdo un artículo reciente de José Antonio González Linares en el que se refería a los ciclistas que se dopan como "ladrones y drogadictos". Siento contradecir al señor González Linares, pero un ciclista, aunque se dope, nunca será un drogadicto o un ladrón. Sencillamente son tramposos; profesionales que para alcanzar una meta deportiva usan medios ilícitos. Ni más ni menos. Creo que la gravedad de sus actos debería quedar dentro del ámbito deportivo. A mi entender, en las imágenes que hemos visto en el Tour sobran las esposas, los gendarmes, los registros y, por supuesto, las hipérboles sensacionalistas. Ese tipo de opiniones me molestan, pero me molestan mucho más cuando provienen de ex ciclistas y ex directores deportivos. ¿Por qué se muestran ahora tan exigentes con el dopaje? ¿Es que en sus tiempos no vieron nada ilícito? ¿Es que acaso el dopaje data en el ciclismo desde 1998? ¿No deberían ser ellos los más comprensivos con los ciclistas dopados?Estas cuestiones me recuerdan una frase del director del Tour, Christian Prudhomme, justo antes del Tour de 2006 en las que decía, más o menos, que gracias a la Operación Puerto el Tour reviviría la credibilidad de los gloriosos tiempos de la épica. ¿A qué épica se refería? ¿A la de los años cincuenta o sesenta? ¿Seguro que aquel ciclismo era más limpio que el actual? ¿No será que el Tour vive de esa leyenda épica y no le interesa remover el pasado?Me alegro de que los tiempos hayan cambiado en estas cuestiones y que los tramposos de ahora lo tengan mucho más difícil que nunca, pero ¿no les parece un tanto hipócrita que quienes vivieron el ciclismo desde dentro hace años aprovechen ahora para rasgarse las vestiduras?

Articulo realizado por :
David Suárez es Director de Arueda.com

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