miércoles, 3 de febrero de 2010

HACER VIDA DEL CICLISMO


Dicen que hay estudios que su futuro no está más allá de la cola del paro que más cerca toque. Cuentan que determinadas carreras universitarias capacitan a la persona pero no al profesional. Caminos difíciles en los que asomar por cualquier hueco obliga a inacabables horas de esfuerzo, tantas veces sin recompensa. El ciclismo profesional se asemeja a estos trayectos. Días y días de kilómetros, zapatillas desgastadas, maillots y culottes rasgados, magulladuras que marcan un punto en el recuerdo. Viajes en coche, madrugones a la seis de la mañana, victorias... y derrotas.
Son muchos los que lo han intentado pero muy pocos los que han abierto el imperdible que acabará colocando un dorsal profesional en su espalda. Esta temporada tendremos muy sencillo localizar a un murciano en las carreteras: irá de negro, vestirá los colores de Caisse D´Epárgne. Sólo cuatro. Y eso que uno de ellos es de los tres mejores ciclistas del mundo, otro un diamante en bruto al que sus directores pulen con mimo año a año, el tercero un doméstico de los que todo líder quiere a su lado y el cuarto uno de los jóvenes llamados a tomar el relevo a la generación que aun capitanea el cántabro Óscar Freire.
No se crean que están ahí por ser los únicos que lo han intentado. Como siempre son más los que no llegan. Duele más cuando tus resultados muestran tu valía pero éstos resultan insuficientes para garantizar tu futuro. Y no piensen que Murcia es la excepción. Excepcionales ciclistas, excepcionales en mayúscula y con neones de colores, se encuentran ahora mismo en el paro y sin equipo en donde ejercer su profesión el próximo año. Un grupo en el que destacaría al vasco David Herrero, un corredor con instinto ganador, a un gregario de la valía de Iker Camaño, a velocistas como Javier Benítez y Joaquín Sobrino, a escaladores como Julián Sánchez Pimienta y Jaume Rovira, al imprescindible Adrián Palomares, extensión de cualquier director deportivo en una carretera o al manchego Diego Milán, considerado desde juveniles uno de los ciclistas con mayor proyección del pelotón nacional.
Nombro a estos ocho por un solo motivo: todos se encuentran todavía en el apogeo de su carrera, algunos como Milán o Sobrino todavía ni han llegado a él. Corredores que han firmado buenas temporadas estos pasados años pero a los que la desaparición de equipos y la reducción de plantilla de varios conjuntos ha dejado en la calle. Ocho corredores que deberían continuar en profesionales y que lo harían de encontrarnos años atrás.
Esta situación empuja a todo el mundo y no es ajena más que a las grandes estrellas y a los ciclistas de clase media-alta, que de todos modos también ven como les termina repercutiendo la reducción de muchos presupuestos. ¿Y los nuestros? Muchos más podrían seguir en profesionales pero, ante el ecosistema descrito, a la mayoría no les ha quedado más que recalificarse en el campo amateur, el ahora conocido como élite y sub 23.
Los profesionales del extinto Contentpolis-AMPO han encontrado una vía de escape en una categoría complicada, en la que los jóvenes pujan con descaro y en donde a los recalificados se les exige demostrar sus años de experiencia profesional. El proyecto baja un escalón y se queda en el campo aficionado, eso sí con la intención de regresar a profesionales lo antes posible. El Gobierno murciano continúa apoyando un equipo en el que estarán el yeclano Sergio Domínguez y el muleño Jesús Buendía, ambos apartados de las carreteras por dos caídas tan graves que pudieron alejarles para siempre de la práctica de este deporte. Buendía a finales de 2008 en Bélgica, en la Izegem Koerse, y Sergio Domínguez el pasado mes de septiembre en la Vuelta a España, a dos días del final y cuando ya se veía la meta en Madrid. En ambos casos la caída llegó en el mejor momento profesional del corredor. El muleño llegaba tras haber sido segundo en una vuelta por etapas en Portugal y el yeclano tras conseguir la fama en toda España por su rapidez en acoplarse a un deporte que no había sido el suyo hasta los veinte años.
Pero no son los únicos. El manchego, aunque afincado en Alhama de Murcia, Rafa Serrano también competirá en el Inverse-Murcia, lo mismo que Javier Chacón o Iván Martínez, todos con mayor o menor experiencia en el ciclismo profesional. Claudio Casas se recalifica en el Hierros Agüera y David Calatayud en el Mutualidad de Levante tras probar medio año en la categoría reina. El jumillano Salvador Guardiola también se da otra oportunidad y probará suerte en Asfaltos Guerola.
El ciclismo es un deporte en el que no es fácil labrarse un futuro, un camino en el que asomar por cualquier hueco obliga a inacabables horas de esfuerzo... pero una carrera en la que se capacita tanto a la persona como al profesional.

No hay comentarios: